viernes, 26 de febrero de 2016

26 FEBRERO 2016

Viernes, 26 de febrero de 2.016
[San Agrícola de Nevers, San Alejandro de Alejandría, San Andrés de Florencia, San Diodoro, San Faustiniano de Bolonia, Santa Paula Montal Fornés, San Porfirio de Gaza, San Víctor eremita]




2001Se firma el Tratado de Niza.
1991Tim Berners-Lee presenta el navegador para internet en EEUU
1976El ejercito español se retira de el Sahara.
1932Entrada en vigor de la ley del divorcio en España.
1904En España, el Congreso aprueba el proyecto de ley sobre el servicio militar obligatorio.
1901España en estado de guerra en varias provincias a causa de los levantamientos populares.
1885Finaliza la Conferencia de Berlín en la que las potencias occidentales se reparten África.
1844Independencia de la República Dominicana de Haití.
1815En Francia se fuga Napoleón de la isla de Elba, dando inicio al Gobierno de cien días.
1561En Bolivia se funda la ciudad de Santa Cruz de la Sierra a orillas del arroyo Sutó, en la serrania de Chiquitos, por el capitan realista Ñuflo de Chávez.
1498Se coloca la primera piedra de la Universidad Complutense en Alcalá de Henares, fundada por el cardenal Cisneros.
[Fuente: efemerides.net]


Mucha gente cree que un día bueno o malo depende completamente de la suerte o de las circunstancias externas, pero cada persona tenemos una influencia decisiva en cómo se presenta nuestro día a día.

¿De qué depende tener entonces un buen o un mal día? ¿De lo que pase?¿de si mi jefe o el compañero de trabajo tiene buen o mal día?¿de si hay caravana por las mañanas?, ¿de si hace frío…?

Tener un día bueno o malo depende fundamentalmente de uno mismo.


Así que, pase lo que pase, pensad que este es el mejor día de vuestras vidas, pensad que cualquiera de los días es y será el mejor día de vuestras vidas y así será.

Podéis empezar con estas nuevas palabras de la semana:

ACTRIZ
BARATO
PULSO
MAGNÍFICO
HUMO

5 comentarios:

  1. EL DISFRAZ DE LA ACTRIZ

    Me vestí para la ocasión. Era una fiesta de disfraces. Años 20 el tema a seguir. En el momento fue divertido animarse diciendo tonterías y preparando la fiesta. Temas de disfraces, juegos a realizar,…
    En realidad el pánico viene después cuando te das cuenta que se acerca el día, no tienes el disfraz, te sientes demasiado normal como para que disfrazada te encuentres cómoda. Y empiezas a buscar trajecitos. Primero por internet, después en alguna tienda especializada y como ya se van terminando los plazos te acercas a un chino especial que te recomienda un compañero. Barato, para estas cosas tampoco voy a gastarme mucha pasta. Hasta ese momento es como un pulso, todo puede pasar, que compres cualquier cosa, que en el último momento decidas no apuntarte, que te sientas magnífica, capaz como la mejor actriz en una gran película.
    Y así me sentía mientras sacaba del armario el maravilloso traje. Colocándolo sobre la cama parecía un trapillo.
    Me puse las medias los tacones, el vestido resultó demasiado corto, mierda dónde están esas combinaciones de antes? Este sexy camisón negro puede servir. Perfecto.
    Camisón-combinación,
    Vestido de cristalitos,
    Guantes largos al estilo Gilda,
    Falta preparar la cara, el pelo el gran disfraz donde esconder tu alma por un instante.
    Me pinto el ojo, los labios de este rojo intenso, coloco la cinta con la pluma en el pelo dejando el cabello un poco alborotado.
    Me miro al espejo y solo falta la pipa, es de mentira no soltaré el humo haciendo círculos como las películas de época pero me siento como la actriz que es trasportada a otro momento. Esa medio actriz o por lo menos medio payaso, que todos llevamos dentro y que sale siempre que te miras a un espejo.jeje
    Sonrío a quien me está mirando, y salgo de la habitación. El está expectante en el salón, con su traje de gánster y su sombrero me espera.

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  2. CON EL PULSO ACELERADO

    ¡Qué barato sale romper las ilusiones de los demás! ¡Qué inconsciencia la del que se cree con derecho a descartar sin apenas observarla a aquella chiquilla que, con el pulso acelerado, tartamudea las dos frases que le acaban de entregar para que en menos de treinta segundos intente convencer a ese director que se cree tan magnífico de que es la protagonista que está buscando para su próximo éxito!

    ¡Qué caro sale ir de magnífico por la vida! ¡Qué ojo clínico el del que sabe ver en aquella chiquilla que, con el pulso acelerado, intenta no toser con el humo del cigarrillo que le acaban de entregar para que en menos de treinta segundos intente convencer a ese director novel, a la protagonista que está buscando para su primer largometraje! El del Oscar a Mejor Dirección. El del Oscar a Mejor Actriz.

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  3. ENTRE EL HUMO

    Apareció de repente, sin previo aviso, mientras mis manos devolvían aquella foto a su hueco en la librería. Al principio no era capaz de procesar con claridad lo que mis ojos veían. Tenía el pulso tan acelerado que sentía mi cerebro abochornado por tanto riego de sangre. Poco a poco la imagen emergía de un halo de luz, uno de tal intensidad, que era evidente que no provenía de la pedrería de su vestido. No, imposible, debía ser una estrella mucho más brillante la que cegaba todos mis sentidos y anulaban mi capacidad de razonar.

    No tenía voz. No tenía movimiento y había perdido por completo la capacidad de pestañear. No podía dejar de mirarla. Radiante. Espléndida. Hermosa puede parecer algo ñoño, pero no hay adjetivo que mejor describa la imagen que se hizo hueco entre los círculos de humo de su pipa. Creo no haber tenido un momento tan magnífico en mi vida.

    Muy metida en su papel de actriz se acercó hacia mí. Con pasos cortos. Sin dejar de mirarme inquisitivamente. Mostrándome sus muñecas mientras separaba la pipa de su boca y exhalaba con sensualidad el humo.

    Sé que podía leer la perplejidad en mis ojos a leguas de distancia. Creo que casi percibió el temblor en mi voz cuando por fin acerté a preguntarle: “¿ya estás?, ¿qué te falta?”. Aquello era nuevo y no me lo esperaba. De ella no. Sonrió abiertamente, como ella siempre hace, con una sonrisa tan deslumbrante como el resto de ella, incluida su personalidad.

    Dio un paso más, puso su mano libre sobre mi cara y simplemente dijo: “Me faltas tú”. Esa mirada de mujer fatal, su aliento tan cerca de mi cara, su tacto y ese sensual juego sacaron el ser pasional que tanto trato de ocultar. La agarré por la cintura y la atraje vigorosamente hasta mí. Un suave gemido me confirmó que el juego, la actuación, había terminado. Que aquello era la vida real y ella deseaba lo que yo jamás me habría atrevido a soñar. No con ella.

    Con mis manos en su nuca y su cintura, apretándola con fuerza hacia mí, no dejé de saborear su boca hasta que tropezamos con la mesa y tiramos un jarrón barato de Ikea. Aquel accidente, lejos de frenarnos, nos encendió aún más: “¡ya tenemos sitio en la mesa!”, dijo con dificultad, con mi lengua aún dentro de su boca y enviando mi sombrero de un manotazo a hacerle compañía al jarrón y las flores, esparcidos por el suelo.

    No recuerdo en qué orden desparecieron sus collares, cintas y plumas, pero realmente fui consciente de lo que estaba ocurriendo cuando mis besos y lengua ya estaban acariciando sus pechos desnudos y mis manos buscaban el borde de su cortísimo vestido. La combinación, que muy acertadamente llevaba puesta, era un poco molesta, pero no me iba a impedir llegar hasta sus braguitas negras de fino encaje, a juego con el resto del disfraz. Me sorprendí pensando lo increíble y elegante que era y cómo siempre cuidaba todos esos pequeños detalles de su apariencia. Ahora sabía que “por dentro” era tan fabulosa como por fuera.

    Sus manos firmes sobre mi cabeza, evitando que mi boca se separara de sus excitados senos, no impidieron que sus braguitas terminaran junto al sombrero y las flores. Con una mezcla de suavidad y firmeza, mis manos separaron sus muslos, hecho que ella aprovechó para rodearme con sus piernas y dejarme claro que no quería más preámbulos. No me hice de rogar y con un firme movimiento de cintura le di lo que sin palabras tanto me estaba reclamando.

    Entre gemidos, miradas de complicidad y sonrisas de satisfacción consumimos la siguiente hora. Los dos sabíamos que llegábamos tarde, pero no nos importaba lo más mínimo. No queríamos separarnos. Quise creer que ella tampoco quería que se acabara ese momento.

    Separó mi cara de la suya, me miró penetrantemente con esos ojos tan profundos, resaltados por su sempiterna sombra de ojos, y con una traviesa sonrisa me dijo: “Ya eres mío”.

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  4. HUBIERA SIDO MAGNÍFICO

    Dice la crítica del diario de hoy: “Magnífico estreno en el Teatro Principal de la nueva obra de la escritora Anita Laorden, titulada De Funciones, con la sustitución a última hora de la actriz principal, la consagrada Carla Fondós, por la jovencísima Laura Tejeno, debido a un desafortunado accidente de esquí. Este cambio contribuyó notoriamente al éxito de la función, que poco prometía ante los recortes presupuestarios del actual equipo de gobierno, cuyo concepto de la cultura es barato y de pandereta. Hartos estamos ya de que nos vendan humo […] La señorita Tejeno desarrolló una excepcional interpretación del personaje, tan personal como brillante, con un enfoque de su rol bien definido, construido sobre un sólido trabajo previo de interiorización. Su movimiento en escena marca el ritmo de la obra, manteniendo con pulso firme la tensión las dos horas y media que dura la representación. Sorprende tanta seguridad en escena dada la inexperiencia de la joven, a la que auguramos un futuro más que existoso […] El público al completo aplaudió en pie durante largos minutos para agradecer y premiar tan soberbia actuación […]”
    Lloro. Grito. Cierro el periódico. Lo lanzo lejos. Miro mi pierna escayolada hasta la cadera y lloro aún más. No debí haberme ido a esquiar antes del estreno.

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    Respuestas
    1. Sabía que me esperaba un buen final, pero no me imaginaba que fuera este :-0

      De nuevo, si la intención era sorprender, lo has conseguido. Misión cumplida ;-)

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