| 2005 | Joseph Ratzinger es elegido Papa con el nombre de Benedicto XVI. |
| 1995 | El expresidente de España José María Aznar es víctima de un atentado de la banda terrorista ETA en Madrid. |
| 1993 | Termina en un incendio con más de 80 muertos, la toma del local donde se encontraba la secta davidiana de David Koresh en Waco (Texas). |
| 1987 | Comienzan a emitirse los cortos que darían origen a la serie de televisión Los Simpson. |
| 1967 | La sonda Surveyor III se posa sobre la Luna y envía fotografías a EE.UU. |
| 1961 | Las fuerzas invasoras de exiliados cubanos se rinden a las milicias castristas en la Bahía de Cochinos. |
| 1956 | Boda del príncipe Rainiero de Mónaco con la actriz estadounidense Grace Kelly. |
| 1924 | Se constituye en Madrid la Compañía Telefónica Nacional. |
| 1897 | Se corre la primera maratón de Boston, en los EE.UU., la carrera anual más antigua del mundo. |
| 1824 | Lord Byron fallece en Misolonghi, luchando por la independencia de Grecia. |
| 1783 | Con la firma de la Paz de Versalles, finaliza la guerra entre ingleses y norteamericanos, que consiguen su independencia. |
| 1775 | Las fuerzas inglesas y americanas luchan por primera vez en la batalla de Lexington en la guerra de independencia de Estados Unidos. |
¡¡ Viciosos, que sois unos viciosos !!
Tres días han pasado únicamente de la primera entrada y a las pocas horas ya había en el ambiente la sensación de había sabido a poco.
Pues para que durante el fin de semana nadie se quede con el mono, ahí van las siguientes cinco palabras:
ALGARROBO
TALADRAR
QUERER
GRÚA
TALCO
¡Adelante escritores!
QUERER Y NO PODER.
ResponderEliminarSubida en el algarrobo, sentada a horcajadas sobre sus ramas, queriendo pasar inadvertida, observo en silencio al pájaro carpintero que en su afán de taladrar el duro tronco, produce una fina lluvia de serrín que se posa suavemente como talco sobre la hierba. Ya están aquí las grúas que harán inútil su empeño de construir aquí su nido. La tala va a empezar.
CARIÑO, QUIERO CAMBIAR
ResponderEliminarSiempre había sido un bruto, nada romántico. Más cerca del personaje del Algarrobo de Curro Jimenez que del estudiante o el fraile. Pero quería cambiar. ¡A la vejez, viruelas! En este momento de la vida, el sexo es más mental que físico. Sólo la Viagra actúa como una grúa para levantar su difícil erección lo mínimamente necesario para conseguir taladrar (¡qué poco sutil!) a su amor. Sabiendo que llegaría en pocos minutos, dejó un camino de talco perfumado, que sabía tendría que aspirar a la mañana siguiente, desde la entrada hasta el dormitorio, sembrado de pétalos rojos y pequeñas velas alrededor. Quemó un par de varitas de incienso, puso la música lenta y dulce que a ella le encantaba y se tumbó en la cama semidesnudo a la espera de su amada.
Soñé que soñaba
ResponderEliminarYo solo quería subirme a la grúa, pero mamá no me dejaba. Así que me escapé corrí con todas mis fuerzas tanto que cerré los ojos para no comenzar a llorar. Corrí hasta que tropecé perdiendo mi linterna.
Tardé un rato en darme cuenta de dónde estaba, es posible que perdiera el conocimiento. Sólo recuerdo que aparecí en un lugar muy verde. Era de noche, sólo la luna dejaba identificar a lo lejos un gran árbol, “El algarrobo”. Me llamaba, me animaba a caminar en su dirección. Intentaba correr pero no podía, mi corazón sonaba cada vez más fuerte, parecía que taladraba mi pecho.
De repente, aparecí bajo sus ramas que me acogieron dándome calor. Conseguí tranquilizarme y solo se me ocurrió subir todo lo que pudiera, más alto, más alto, más alto. Al acariciar el tronco comprobé que había una resina como talco que conseguía eliminar el sudor de mis manos. Y así conseguí comenzar a escalar. Me sentía ágil y con poco esfuerzo conseguí esconderme en el corazón del gran árbol. Y allí escondido, escuche un susurro una voz suave que comenzó a cantar mi canción.
De repente, me desperté. Estaba en mi habitación abrazada a mi almohada… entró mamá y revolviéndome el pelo y dándome un azote dijo, a desayunar!!!
EL AGUJERO NEGRO QUE NOS DEVORA
ResponderEliminarQUERIENDO SER DIOS
Había vivido en Buenos Aires casi veinte años, desde que su familia volvió a recorrer el camino de la inmigración que tiempo atrás había realizado su bisabuelo. Las motivaciones de su familia eran puramente económicas, simplemente el querer prosperar, nada que ver con el exilio obligado de la España de Franco del abuelo de su padre.
El verano en Suiza, donde Alex vivía desde que aceptó el trabajo en el CERN, era fresco y lluvioso. Era uno de los pocos científicos españoles que participaban en el proyecto, e incluso entre sus compañeros le conocían más como argentino. Los veinte años en el Mar de Plata habían conseguido cambiar algunas de sus costumbres españolas. El suave acento porteño que mantenía en su hablar, en cualquier idioma. La costumbre de beber el amargo mate casi constantemente. La manía de desayunar leche con harina de algarrobo, en lugar del tradicional cacao, que le revitalizaba por las mañanas. Así estaba ahora, viendo llover a través de la ventana de su apartamento, manteniendo la taza con la bebida dulce y caliente entre sus manos, recordando a cada sorbo su vida en Argentina.
El movimiento lento de una grúa de construcción que se encontraba a un par de manzanas enfrente de su edificio le devolvió a la realidad del presente. Llevaba un par de días con un terrible dolor de cabeza que le taladraba las sienes como un berbiquí. Trataba de buscar una explicación simple a lo que era la teoría que sugería que una especie de perturbación física impregna todo el espacio, y que las partículas elementales que interactúan con él adquieren masa, mientras que las que no interactúan con él, no la tienen ni nunca la tendrán. Era difícil de asimilar para la gente común, pero el lo veía claramente. Era como el polvo de talco que flota en una habitación después de soplarlo, realmente no existe, simplemente ondea por el espacio sin tener ningún peso, ninguna masa, pero basta que estas motas inmateriales se encuentren con una ligeras briznas de humedad para que la absorban, consigan suficiente masa y caigan al suelo. Esta era más o menos la definición de la existencia del bosón de Higgs.
El 4 de julio del pasado año, el CERN anunció la observación de una nueva partícula que denominó como el famoso bosón, pero se necesitaba más tiempo y datos para confirmarlo. Fue en ese momento cuando Alex entró en el proyecto y desde entonces la obtención de datos y la enorme cantidad de experimentos apuntaban a la prueba final que demostraría indudablemente su existencia.
Desde que los experimentos salían a la luz, siempre había críticos que sostenían que el gran poder del acelerador, que podía conseguir que las partículas llegasen hasta el 99,99 por ciento de la velocidad de la luz y creaba temperaturas de billones de grados, tenía el potencial suficiente para crear un agujero negro que podría consumir a la Tierra. Los temores sobre los agujeros negros siempre habían estado espoleados por el uso de apodos macabros que había tenido el acelerador, como por ejemplo "La Máquina del Juicio Final" o "La Máquina del Big Bang". Estos temores, para Alex eran absolutamente infundados, pero ese era su trabajo: conseguir que la sociedad no viviese con el miedo en el cuerpo.