sábado, 20 de abril de 2013

VIERNES-JUKA DE ABRIL

ViernesJuka, 19 de Abril de 2013


En el JUKA también salen palabras de forma aleatoria, y de las palabras surgen ideas y de las ideas aparecen historias.

Este es el comienzo de una historia ...

Las palabras seleccionadas entre cientos que han salido son:

AGROPECUARIO
PROFUNDO
GARGANTA
DESNUDO
DECEPCIÓN

¡Adelante señores y señoras, escritores y escritoras!

10 comentarios:

  1. AGROPECUARIO, AGROPECUARIO, grite!!!! y fue cuando desperté de mi sueño. Ahí estabas tú desnudo, a mi lado, mirándome con cara de asustado, de mi garganta no salían palabras, sino solo silencio y ese no es mi estilo, prefiero hablar las cosas con libertad. No sé si lo que te voy a decir es un hasta pronto o un adiós, pero desde luego si noto tú distancia, y eso para mi es una gran decepción. Sea como fuere nunca me gusto hacer como si nada pasase, pero lo único que ahora mismo siento es un profundo dolor., pero aún así esta noche me quedo con el gusto como sentido, para comerte mejor.# una historia de amor#

    ResponderEliminar
  2. FILOSOFÍA AGROPECUARIA

    ¡Qué profundo! Pienso mientras entre desaforados aplausos algunas gargantas se desgañitan gritando "¡Bravo, Maestro!" Y el pequeño hombrecillo se encoge aun más sobre el desnudo escenario.

    Jamás pensé que una conferencia en la Facultad de Agrónomos pudiera ser tan interesante. ¡No hay lugar para la decepción con los agropecuarios!

    ResponderEliminar
  3. EN LO MAS PROFUNDO

    La decepción quedó atrás, ahogada en lo más profundo de mi garganta, como un grito ahogado.
    Ahogado, desnudo, desnudo de sentimientos.
    Ahogada me sentía, en la decepción de sentir que te alejabas a la agropecuaria, como uno más...

    ResponderEliminar
  4. PROFUNDA DECEPCION

    Estando desnudo ante tanta gente, un silencio ensordecedor me produjo una sensación de Abandono, que introdujo mi pene en mi cuerpo, hasta lo más profundo de mis entrañas.

    Tan profunda decepción secó mi garganta y la única palabra que pude pronunciar fue "agropecuario".

    ResponderEliminar
  5. PROFUNDO ADIOS

    "¡Pero qué decepción!, yo aquí desnudo delante de la tele para ver por enésima vez Garganta Profunda ¿y lo único que se te ocurre decirme es "agropecuario"?... ¡Anda ya, vete a casa de tu madre!"

    ResponderEliminar
  6. Un paseo revelador
    Tras la profunda decepción de no encontrar a Nacho en su casa, me puse a caminar sin rumbo inmersa en mis propios pensamientos. La zona era agreste y después de varias horas caminando no sabía dónde estaba. Me convencí a mí misma que el mundo agropecuario no era para mí.
    Intenté orientarme en mi cabeza, comprobando que en mi mundo la ruta hasta su casa no se parecía en nada a aquel paisaje. Me di media vuelta para intentar a través del GPS de mi móvil llegar de nuevo a su puerta buscando conexión desesperadamente. Pero como es normal el móvil en estos lugares sirve para poco. Decidí disfrutar del día soleado y de lo que me rodeaba. Girando por un camino estrecho, a lo lejos parecía lo que podía ser una garganta de un rio. Continué mi paseo acercándome hacia allí. El agua parecía tan limpia. Decidí bajar, me desnudé y me sumergí en un agua tan transparente que podía ver el fondo del río. Allí me quedé un largo rato disfrutando de la naturaleza que me rodeaba. Hasta que comprendí que aunque quisiera no podía estar perdida eternamente.

    ResponderEliminar
  7. ¿ILUSIÓN O DECEPCIÓN?

    Mi perro Agropecuario me despierta arañando la puerta. Sin duda tiene más prisa por salir que yo. Anoche fue una noche dura, sin pretenderlo me vi envuelto en un plan que para nada estaba buscando. A mi lado, ella, desnuda y sumida en un profundo sueño. La encontré, me encontró por casualidad, tampoco la busqué y acabó en mi cama. Me acerco y la beso intentando despertarla, sin que salga ningún sonido de mi garganta. Ella se mueve perezosa sin todavía ser consciente de dónde ni con quién está. Me asaltan las dudas, la inseguridad, siempre me ha pasado y tengo miedo de lo que pueda ocurrir. Sorpresa, decepción, arrepentimiento, son sensaciones que puedo observar en otras ocasiones.

    Sin embargo en esta ocasión una sonrisa cálida y un beso cariñoso fue su respuesta. Analizo, proceso, siento esa sensación que también conozco y que me hace sentir esperanzado con alguien. Aunque sé, cuando consigo pensar con la cabeza fría, que un polvo de una noche no es el inicio de nada, más bien es el final de la noche loca que inicié con mis colegas.

    No volví a verla hasta que una tarde la vi cruzar la calle a unos metros de mí. Ella no me vio pero el recuerdo de aquella noche volvió a mi mente. Supongo que lo que hizo que aquellos momentos volvieran a mí fue su olor. Esa fragancia la percibí antes de que ella llegara. ¿Dios! Cierro los ojos y sabría reconocerla entre un millón. Hay quien dice que el olfato es el más agudo de los sentidos, el más poderoso de ellos. El más primario, elemental, preciso, certero, a través del cual perduran los recuerdos, buenos y malos, recuerdos irreproducibles artificialmente. Puede engañarse al gusto, a la vista, al tacto, incluso al oído. Se puede conseguir que no te reconozcan a través de esos sentidos, pero el olor es único. Puede infundir confianza, o todo lo contrario. Define tu entorno y quiénes pueden pertenecer a él. Sí, ese recuerdo perdura, ese olor grabado en mi memoria, me inspira confianza, por eso la reconocí a pesar de haber sido una noche, un polvo de una noche, después de una gran farra, y aun así la recordaba. ¿Por qué? Me repetía ¿Por qué?
    No sé por qué, pero la seguí a media distancia, sin atreverme a acercarme, de nuevo la inseguridad y los miedos repetidos.

    El caso es que no recuerdo su abandono y su desinterés con amargura sino con la sensación de que aquello tuviera una continuidad y puede ser que el destino me ponga en bandeja ese desenlace.

    Provoco el encuentro cuando ella se para en un escaparate y finjo un choque casual.
    La miro nervioso y le digo: "Qué sorpresa, ¿qué haces aquí?". Mierda! Qué torpeza, ¿no he podido decir algo más inteligente?. Ella me responde con esa sonrisa eterna y se lanza a darme los dos besos de rigor: "Trabajo a dos calles de aquí ¿No recuerdas? ¿Cómo estás? Hace mucho tiempo que no nos vemos". Joder! Estas situaciones me superan. Maneja la situación como si la viviera todos los días...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿ILUSIÓN O DECEPCIÓN? (...final alternativo)
      .....o tal vez como si fuera la única y llevado por ese pensamiento me relajo e inspiro profundamente, su respuesta es esa sonrisa cariñosa que despierta emociones no tan ocultas, percibir su olor me provee del arrojo suficiente para sugerir alargar el momento:
      - Cierto, tengo mala memoria, me la refrescas en compañía de una caña??
      - Claro…
      Entonces se acerca, más y más, hasta estar muy cerca de mi cuello, siento la humedad de sus labios al hablarme al oído, entorno los ojos para disfrutar del momento pero el sonido de un teléfono me hace abrirlos sobresaltado, mi despertador!!! Agropecuario ha conseguido entrar en la habitación y nervioso se ha subido a la cama y esta lamiéndome el cuello y la oreja ¿cómo has abierto la puerta?
      Me ha devuelto a la realidad de mi cama vacía, pero una sonrisa se dibuja en mi cara recordando las risas de la pasada noche, no planeada, espontánea. Busco mi BlackBerry para confirmar que ya se me ha hecho tarde pero en su lugar encuentro otro modelo similar. La sorpresa me hace levantar la nariz cual can y ahí está, un olor que perdurara en mi memoria.

      Eliminar
  8. ¿ILUSIÓN O DECEPCIÓN? (ELLA)

    Me desperté con un beso, ¿hay alguna manera mejor de despertar?... Ahí estaba él, mirándome con esa mirada: profunda, transparente…, la que lo dice todo sin necesidad de decir nada: tierna, insegura, cariñosa, expectante…, sin pensar me dejé llevar, me dejé sentir y le besé.

    No sabíamos nada el uno del otro, apenas nos habíamos conocido hace unas horas, ¿Cómo podía sentirme así? Una mirada, un gesto, una sensación… eso fue lo que despertó mi interés y me llevó a pasar la noche con él.

    De repente un ruido me sobresaltó y sacó de la nube en que me encontraba, “tranquila, es Agropecuario… mi perro” dijo él. Debió ver mi cara de extrañeza… ¿Agropecuario?... “¿pero qué tipo de nombre es ese para un perro?” dije con una gran sonrisa y juntos nos echamos unas carcajadas.

    Me pareció que tuvimos algo especial, aún no sé porque no quedamos para volver a vernos, quizás no era nuestro momento…

    Cuando ya había perdido toda esperanza, quiso el destino que volviéramos a cruzarnos. Estaba yo distraída frente a un escaparate, cuando aparece de la nada y dice: “Qué sorpresa, ¿qué haces aquí?”. Le miro… y de nuevo esa mirada… un escalofrío recorre todo mi cuerpo y a mi mente regresa el recuerdo de aquella noche: pasión, calor, ternura… y sobre todo, el recuerdo del tacto de sus manos acariciando mi cuerpo desnudo… me estremezco y la garganta se me hace un nudo.

    Era él, sin duda era él, una gran sonrisa vino a mí y cuando me recuperé de la sorpresa me apresuré a darle un par de besos y decirle lo primero que se me pasó por la mente mientras me decía a mí misma: “tranquila, que no se te note, ve con cautela, protégete un poquito,…”. Pero es que me encanta dejarlo fluir, por más decepciones que me haya llevado si surge la chispa no puedo evitar dejarme llevar, dejarme sentir y disfrutar con todos y cada uno de los sentidos.

    ResponderEliminar
  9. EL AGUJERO NEGRO QUE NOS DEVORA

    PROFUNDA AMISTAD

    Suena el timbre de la puerta. Es domingo y no esperaba a nadie. Sorprendido deja la taza sobre el mostrador de la cocina y trata recordar si había quedado con alguien y ha olvidado la cita. Nada, no recuerda nada.

    Al llegar a la puerta, su natural desconfianza le hace mirar por la mirilla. Deformada por la lente, ve la figura de Marie, su vecina. Es una chica bajita y muy delgada pero bien proporcionada y realmente atractiva. Tiene más o menos su edad y desde su llegada consiguieron entablar una buena amistad. Su pelo, rojizo y rizado, siempre está hecho un desastre, pero eso es parte de su encanto. Tiene la cara llena de pecas, los ojos azules y una inmensa y agradable sonrisa. Le fascina vestir con colores chillones, aunque a veces no pegan ni con cola. Es alegre y muy nerviosa. Todo lo contrario a él.

    Es francesa y después de estudiar la carrera de Ingeniero Agrónomo en la Sorbona, está en Suiza por una beca de investigación de productos para el sector agropecuario, concretamente en un proyecto sobre el estudio integrado de plagas y manejo genético. Es inteligente y sagaz y es capaz de entender casi de cualquier tema. Su amistad ha sido una gran ayuda en los momentos más difíciles de la investigación.

    Insistente, vuelve a sonar el timbre. Ding-dong, ding-dong. Y una voz risueña tras la puerta:

    - Abre que sé que estás ahí. ¿Qué pasa? ¿Qué estás desnudo?

    Así es Marie, tan distinta a Alex.

    - Ya abro, ya abro - consigue decir mientras gira la llave de la cerradura - No estoy desnudo.
    - ¡Pues qué decepción! - dice Marie riendo a carcajadas mientras entra y le saluda con un leve beso en la mejilla.
    - ¿Qué haces aquí?
    - venir a verte. Porque sé que cuando está el día tristón y lluvioso como hoy te quedas encerrado y no sales de ti mismo. ¿Me invitas a café?
    - Sabes que no tomo café.
    - Bueno, pues dame una taza del algarrobo ese que tomas, que un día te va a dar una cagalera que te vas a enterar.
    - Es buenísimo, tiene muchas más vitaminas y minerales que cacao.
    - Si no te digo que no, pero se te queda pegado ese dulzor en la garganta y no hay quien se lo quite.

    Mientras Alex calienta la leche en el microondas, hablan del tiempo, de este maldito tiempo suizo.

    - Como siga lloviendo, me va a dar una jamacuco - dice Marie mirando por la ventana.
    - Pues no es que en Francia tengáis mejor clima que aquí.
    - Ya, pero es mi país, y me gusta más.
    - ¿No llevas ni un año aquí y ya te entra morriña? - sonríe mientras le acerca la taza humeante.
    - Aún no. Pero como siga tomándome este mejunje asqueroso, sí que voy a odiar estar aquí.

    Ríen con ganas. La visita de Marie provoca eso en él. Consigue que el sol, aunque detrás de las nubes, escondido en lo más profundo del abismo, brille para él. Se olvide de todo y vuelva a ver el mundo de forma positiva.

    - Ya habéis terminado el proyecto ¿no?
    - ¿Qué dices? No hemos hecho más que empezar.
    - Pero si ya ha salido en los periódicos que se ha encontrado el famoso bosón.
    - Ni mucho menos.
    - Ahora vas a saber tú más que los del Telediario - sonríe pícara.
    - Por supuesto que no. Ellos son los más listos. Fíjate, pueden llegar a ser reinas y yo sin embargo sólo puedo llegar a ser un incomprendido - guiña el ojo y los dos ríen
    - ¡Qué tonterías! Siempre me cuentas esas cosas tan difíciles tan bien que consigo entenderlas. ¿Por qué dices que no se ha encontrado el chisme ese?
    - Si se ha detectado algo, un bosón, pero no sabemos si es "el" bosón. Imagina que es como si viésemos de lejos a una persona, pero no sabemos decir si es hombre o mujer, si es uno o varios superpuestos, si es un gemelo del que nosotros conocemos, etc., y hasta que no escuchemos su voz no podemos reconocerlo. Ahora mismo estamos en ese punto. Así que fíjate cuanto nos queda.
    - Yo te reconocería aunque estuvieses a cien kilómetros de distancia. Por lo feo que eres.

    Vuelven a reír a carcajadas. Entrechocan las tazas en un brindis y beben la oscura bebida. Marie tuerce el gesto.

    - Aggg. Jamás me acostumbraré a este brebaje.

    ResponderEliminar