jueves, 19 de septiembre de 2013

20 SEPTIEMBRE 2013

Viernes, 20 de Septiembre de 2013




1990Saddam Hussein exige a las emisoras de Estados Unidos la difusión de sus mensajes.
1979Es derrocado Jean Bedel Bokassa, el Emperador Bokassa I, en el Imperio Centroafricano.
1977El Voyager 2 es lanzado para pasar por Júpiter, Saturno, Urano, y Neptuno.
1954Se corre el primer programa en lenguaje Fortran.
1946Se inaugura el primer Festival Internacional de Cine de Cannes.
1920En la India, el congreso permite la primera campaña de no colaboración de Gandhi.
1896Motociclismo, se corre la primera carrera de motos, entre París y Nantes.
1880Argentina, la ciudad de Buenos Aires es declarada capital de la República, separándosela de la jurisdicción provincial.
1854Batalla de Alma, británicos y franceses derrotan a los rusos.
1596Diego de Montemayor funda la ciudad de Monterrey, México.
1580Sir Francis Drake regresa del Lejano Oriente.
1519Magallanes parte de Sevilla y comienza la primera circunnavegación exitosa del mundo.

Abrimos esta nueva entrada recordando al Emperador Bokassa I que hoy hace la friolera de 34 años que fue derrocado. Muchos pensaron que Bokassa estaba loco por sus egocéntricas extravagancias.Como mandar la instalación de un baño de oro en su palacio y muchas otras. La prensa rumoreaba que ocasionalmente comía carne humana.
Tuvo 17 esposas y más de 50 hijos. Y como la mayoría de los malditos dictadores, murió víctima de un ataque cardiaco el 3 de noviembre de 1996 en lugar de empalado.

En fin, podrían escribirse mil historias con la vida de este pájaro, y lo mismo alguna sale de la inspiración de estas nuevas cinco palabras:

MAESTRA
DEFINICIÓN
CONSTRUCCIÓN
FARMACIA
PORTERO

Adelante con esas nuevas historias !!!



11 comentarios:

  1. SUEÑOS EN CONSTRUCCION

    Maestra o enfermera. Por definición ésas eran las máximas salidas profesionales a las que podía aspirar ella, la hija de la portera. Y eso contando con sacrificios inmensos de su madre y esfuerzos infinitos por su parte para mantener las becas que año tras año les ponían el corazón en vilo hasta recibir la carta confirmando la posibilidad de recibir el dinero suficiente para ayudar a cubrir los innumerables gastos que lleva asociados la mal llamada enseñanza pública obligatoria y gratuita. Los gastos en farmacia de su hermano se comían una gran parte del escueto salario que entraba en casa en los años de su adolescencia y no había espacio para soñar con carreras más largas y costosas.

    Cuando tuvo que elegir, quizá por haberlo tenido tan cerca, optó por la enfermería. Tuvo que compatibilizar los estudios con varios trabajos temporales y a tiempo parcial para poder terminar la Universidad. No fue fácil pero lo había conseguido, y tras unos años ahorrando todo lo que podía en Inglaterra, donde la profesión de enfermera estaba mucho mejor pagada que en España, ahora estaban los tres celebrando la finalización de la construcción de aquel edificio enorme, rodeado de zonas verdes, a donde, tras la jubilación de su madre en un par de meses, se trasladarían a vivir en un bonito piso soleado, lejos del oscuro y húmedo semisótano de su infancia.

    ResponderEliminar
  2. DEFINICIÓN PERFECTA

    Bienvenidos y buenas tardes un domingo más a la liga de las estrellas: la Liga BBVA de primera división de España.
    Hoy nos espera un importante encuentro entre el Real Madrid y el Getafe. El equipo merengue es este año un equipo en construcción, con nuevas caras que trata de encajar su nuevo técnico Carlo Ancelotti, que lejos de acabar con la polémica suscitada en la defensa del marco, sigue confiando en Diego López como portero.
    Recordemos que la enfermería del equipo blanco sigue estando completa de inquilinos, con Varane y Marcelo terminando su recuperación y Xavi Alonso que nos confirman que tras su operación debe seguir visitando de manera asidua la farmacia en busca de remedios para el dolor de la osteopatía de pubis.

    Arranca el encuentro…

    ¡¡Atención!! Peligro, Ronaldo se interna por banda izquierda, con potente zancada consigue librarse del primer rival. Consigue doblar el pase a Isco, que duerme la pelota en su pie derecho. Con un regate sutil se quita la marca del lateral del Getafe y consigue filtrar un pase ante la carrera de Ronaldo que le deja delante del portero y con sutiliza, eleva el balón por encima en una parábola perefecta… GOOOOOL, excelente definición de la jugada.
    Cielo santo, como juegan estas dos cracks, entre la velocidad, la pausa y el disparo han creado una auténtica obra maestra.

    ResponderEliminar
  3. El hombre para todo, el portero!!

    - Nicolás!!!
    - Se escuchan esos gritos constantes, al entrar en el portal.
    Buscan desesperadamente al portero!! Siempre pasa lo mismo. Parece que la casa sigue en construcción en esta etapa de reforma constante. Se nota que el edificio ya tiene unos 40 años.
    Según las normas, y su definición, se debe cambiar: Ascensores, caldera, tuberías … solo con esto nos metemos en una buena derrama para por lo menos dos años.
    Quien grita es la maestra, la vecina del cuarto. Una solterona retirada que no es capaz de hacer nada sin el Sr Nicolás. Desde luego, es su manitas particular. Que paciencia tiene este buen hombre.
    Me acerco al ascensor, rezando para que todavía esté funcionando, en este momento soy incapaz de recordar qué día empezábamos con el cambio de ascensores. Pero estoy cansado, deseando llegar a casa y tomarme todas las drogas o no drogas que he comprado en la Farmacia. Y por las horas que son, parece que ya no suenan martillos ni taladros. Quizás sea capaz de quitarme este terrible dolor de cabeza en un absoluto silencio y oscuridad. A dormir después de un vaso de leche caliente.

    Mañana será otro día.

    ResponderEliminar
  4. LA VIEJA MAESTRA

    Era un pueblo tan pequeño que ni siquiera la definición de pueblo le era propia. Únicamente era una aldea en mitad del monte. Las casas, viejas y desperdigadas, no llegaban a una docena. Muchas estaban vacías. Los jóvenes se habían ido a la ciudad a trabajar en la construcción. Allí sólo quedaban los mayores, apegados al terruño. No tenían tampoco a dónde ir.
    La vieja maestra, ya jubilada, lo que más sentía era no tener una farmacia cerca.
    Una vez a la semana el coche de línea se acercaba hasta allí, para cumplir con los encargos que le hacían sus escasos habitantes. La ciudad no estaba lejos, pero tampoco la echaban en falta. Sus huertos y sus cabras les abastecían de lo más necesario.
    Cuando el portero de un equipo de fútbol nacional, en horas bajas, se refugió en la aldea, los cuatro viejos vecinos que aún quedaban no salían de su asombro. ¿Qué se le ha perdido aquí a éste?.
    Sólo la vieja maestra se sentía muy feliz. Su nieto había acudido a ella como en los días remotos de su infancia, llevando un poco de alegría a su tierno y cansado corazón.

    ResponderEliminar
  5. SU PRIMER EMPLEO DE MAESTRA

    Iba a ser su primer empleo, maestra en un pueblo perdido en la montaña.
    ¡Adiós, que tenga buena suerte!, le deseó el portero de su casa al verla pasar con su maleta camino al autobús de línea. Iba contenta, mientras dejaba atrás el edificio en construcción, la farmacia, el supermercado...
    El pueblo al que iba era pequeño y durante algunos meses se cubría de nieve. Sus alumnos, sólo una media docena de diversas edades. La escuela, un aula con algunos pupitres y una pizarra. ¡Pero tiene una estufa!, se decía. Le habían hablado de lo duro que era allí el invierno. Estaba ilusionada. Era joven y éste su primer paso para tiempos mejores. Era por definición una optimista,

    ResponderEliminar
  6. VIDA EN RE-CONSTRUCCIÓN

    No sé ni cuantos años han pasado desde que dejé esta casa. Ha sido necesario recurrir a la llave maestra del portero para poder entrar.

    Al cruzar el umbral, la penumbra apenas hace visibles los bultos de los muebles, tapados con sábanas polvorientas. En unos instantes, mis ojos se acostumbran a la oscuridad y a tientas pero con decisión, alcanzo el cuadro de la luz y subo el interruptor general.

    La luz que ahora arroja la bombilla de bajo voltaje devuelve el color al espacio donde se adivina un sillón, una pequeña mesa de comedor con sus cuatro sillas y un angosto mueble donde sobresale el enorme bulto de un antiguo televisor. La imagen me hace recordar los tiempos vividos en este pequeño apartamento.

    Recuerdo la vida familiar junto a ella. Cuando aún la amaba. Cuando manteníamos juntos el proyecto de construcción de una familia numerosa, muy numerosa. Cuando los pingües beneficios que generaba la regencia de la farmacia del barrio nos permitió prosperar y cambiar de aires; a una zona más residencial. En un chalet enorme donde crecerían nuestros vástagos, donde viviríamos en paz y envejeceríamos juntos.

    Pero todo se torció. Mi mala cabeza. El juego, la bebida, el no saber administrar ni el tiempo ni el dinero. El hastío. La soledad que manteníamos aun estando sentados uno al lado del otro. El no vernos, el no tocarnos, el no querernos. Que no llegasen los ansiados niños sólo fue el detonante de la separación.

    Parecía que había pasado una eternidad, pero ahí estaba de nuevo. Para empezar una nueva vida en mi apartamento de soltero. Porque así estaba otra vez, soltero. Quizá era la mejor definición que podía encontrar a mi situación.

    Levanté la sábana que cubría el sofá y antes de que la nube de polvo se posase de nuevo sobre el suelo, me senté. Este espacio seguía teniendo mi esencia. Seguía latiendo mi yo en el ambiente. Sin duda iba a ser el espacio que vería resurgir al ave fénix de sus cenizas. No había sitio para la melancolía ni la compasión. Debía levantar la mirada y avanzar. Abrí una de las seis latas de cerveza que había comprado en el chino de abajo y con renovadas fuerzas comencé a destapar el resto del mobiliario.

    ResponderEliminar
  7. EL VIEJO PORTERO
    Ahí está, sentado en su minúsculo habitáculo de portero de la calle de Alcalá nº 8 de la capital de España, humilde por definición, es hijo de una maestra gallega y de un operario de la construcción de Albacete que hoy como todos los días de su vida cotillea con la señora Francisca dependienta de la farmacia contigua.

    ResponderEliminar
  8. MAESTRA DE LA VIDA

    "De hoy, no pasa. Van a pensar que sufro el síndrome de Diógenes si sigo acumulando tantos papeles. Y prefiero hacerlo yo misma a que entren a saco en este cuarto y lo arrojen todo a la basura, sin mirar...", repetía como una letanía la maestra. A sus 80 y tantos años, sentada en su hamaca intentaba desprenderse de sus viejos recuerdos, pero le costaba casi tanto como que su rodilla derecha le obedeciera cada vez que tenía que moverse de un sitio para otro.
    "Me estoy haciendo tan mayor...", se lamentaba.
    Llevaba más de medio siglo guardando en el baúl del trastero las cartas, dibujos y fotografías que sus alumnos de tantas y tantas promociones le iban enviando todos los años.
    "Mis hijos y mis nietos lo van a tirar todo a la basura, sin contemplaciones, cuando hereden la casa, pero ¡cuesta tanto arrojar a la papelera tantos y buenos recuerdos y para que sirven ya...a mi edad!, se decía.
    Pero había que reconocerlo: ya no había sitio para tantos papeles en la casa del pueblo que había heredado de sus padres, y estos a su vez de sus abuelos, y que un día cada vez más cercano heredarían sus hijos y sus nietos, los mismos que se desprenderían sin tanto dolor de sus pertenencias.
    Su única herencia sería la casa, ese viejo edificio que se iba cayendo teja a teja y hoy ya casi tan achacoso como ella que habría que levantar de nuevo, piedra a piedra, como si se tratara de una obra de nueva construcción aunque ya no respetara ni la idea original de sus antepasados.
    Pero así era la vida...
    ¡Fuera sentimentalismos y a la faena!, se jaleaba. "Tengo que empezar ahora o no lo haré nunca".
    La primera carta que cogió fue la que le envió Luis. Todavía se acordaba de su cara, esos ojos penetrantes que abría tanto cada vez que le preguntaba alguna cuestión de Sociales o de Ciencias Naturales, aunque ahora a las asignaturas las llamaban de otra manera...que no sabía ni repetir porque cambiaban continuamente.
    Ese niño alto y delgado le contaba que había tenido que emigrar a la ciudad y que la vida le había tratado bien. Ahora era el titular de la farmacia. Pero ahí tenía la siguiente carta que le había entregado el cartero donde le decía que había tenido que hacer un ERE y no había podido mantener a toda la plantilla. ¿Qué era eso del ERE....¡Este alzheimer! o ¿será ya demencia senil?.
    Y ahí estaba la foto que le había enviado Carlos, el deportista. Él era más de fotografías, eso de escribir... sólo por ordenador. ¡Pues no me ha pedido que mi próximo móvil tenga wasap o guasap o como se escriba esa palabreja, pero si yo de móviles no entiendo más que encender y apagar o dar a la tecla verde de recibir llamadas!.
    Y aquí también está la carta de Sergio, que le contaba que le habían fichado como portero de su equipo ¡en Cataluña!, esos que quieren ser independentistas...¡Me estoy haciendo muy mayor, este país se va a romper!.
    Revolviendo en el baúl también había encontrado la invitación de Andrea para que asistiera a un concierto que había organizado en ¡una discoteca con un grupo de rock!. Pero ¡Dios mio, estos chicos que espabilaos le habían salido todos!.
    Ya no iba a seguir leyendo más. No podía. Las lágrimas le impedían continuar.
    ¡Maldita sea. Soy incapaz de tirar nada!, repetía. ¡Bueno, si quieren tirarlo ellos, que lo hagan y si piensan que su madre o abuela estaba chalada y sufría el síndrome de Diógenes, que lo piensen. Ella no podía hacerlo". Era, por definición, una sentimental.

    ResponderEliminar
  9. CAFEINÓMANA POR DEFINICIÓN

    CA-FEI-NÓ-MA-NA. Es mi adicción. Sólo tengo ese vicio: el café. A todas horas me apetece. Relaxing in home, plaza mayor, con café con leche, descafeinado (de sobre o de máquina), con hielo o solo.
    De cualquier manera y a cualquier hora del día o de la noche.
    Soy, por definición, una CA-FEI-NÓ-MA-NA. No sé si el término está aceptado por la Real Academia de la Lengua o incluida en algún diccionario de la Real Academia de Medicina o de Psiquiatría (no sé cuál sería la especialidad).
    Ya desde los tiempos del colegio, cuando la maestra nos hablaba de las declinaciones y nos hablaba del rosa-rosae yo pensaba en un café.
    Cuando algún obrero de la construcción no me piropeaba por la calle yo corría a refugiar mi frustración con un sabroso y rico café.
    Cuando el portero de mi casa no me saludaba con un "buenos días/tardes/noches" con una amplia sonrisa -de oreja a oreja- yo sólo corría a encerrarme en mi cuarto a llorar después de haber pasado previamente por la cocina a deleitarme con una buena taza bien cargada de café.
    No tengo excusas. Justifico la necesidad de ingerir café a todas horas como los drogodependientes. Es mi droga, ni adrenalina. Por eso, cuando me baja la tensión arterial, no voy a la farmacia porque no preciso comprar muchas, ni efectivas medicinas.
    Yo -lo confieso- soy CA-FEI-NÓ-MA-NA. Y ahora mismo me voy a tomar ¡¡¡¡¡un gran vaso de CAFÉ!!!!!!

    ResponderEliminar
  10. MAESTRA POCO VOCACIONAL

    Tengo un vicio confesable: escribir. Y ya puestos a contar confidencias, lo diré todo: cuentos casuales.
    Soy maestra y mi verdadera vocación no es impartir enseñanza a esos niños mocosos y llorones que no me inspiran más que pereza y aburrimiento cada vez que, por inercia y también porque es mi sustento económico, tengo que acudir puntual a mi cita con las aulas. Trabajo en una escuela que más que un edificio moderno parece una obra en construcción ante las numerosas goteras que se filtran por las resquebrajadas paredes debido a la humedad.
    Soy hija de un portero, pero mi padre no es un portero cualquiera. No, no, no se equivoquen. Es un portero de alto stánding porque vivimos en el barrio de Salamanca, en pleno centro de Madrid, en una zona muy cotizada que, por definición, podría ser considerada el centro neurálgico de la capital, si no fuera porque otras zonas -sin motivo alguno- se disputan tal reconocimiento.
    Pues bien, el otro día, sin ir más lejos, uno de esos niños que sólo saben corretear y gritar cayó de bruces al suelo en el patio cuando jugaba a ese estúpido juego de esconderse en una esquina mientras uno de los amigos cuenta hasta diez y unos a otros se animan diciendo:" corre, corre, que te pillo". Lo llevé, a mi pesar, porque yo no tengo instinto maternal ni soy enfermera, pero mi responsabilidad como maestra me decía que debía hacerlo a pesar de no ser la cuidadora del patio, hasta el centro de salud. Sólo tenía un chichón. Le vendaron la cabeza y volvimos a la escuela.
    Al atardecer, la dueña de la farmacia, que era la madre de la criatura torpe que cayó de bruces al suelo, agradeció mis atenciones regalándome este cuaderno de hojas cuadriculadas -como las de mis alumnos- donde podré volcar toda mi inspiración.
    Hoy estreno el cuaderno. Estoy ante el folio en blanco. Pero si "las musas no pasan de mí" -como le ocurría a Serrat en una de sus canciones- ya tengo pensada cuál será la entradilla. "Tengo un vicio confesable: escribir" y luego, ya vendrá la inspiración por sí sola. Ahora, tengo que dejarlo. He de volver a la escuela, a dar clase a unos niños mocosos y llorones.

    ResponderEliminar
  11. La Maestra.

    Hoy visito el lugar donde me crié. Es una de esas escapadas rurales que tanto nos gusta a los madrileños para hacernos creer que de vez en cuando nos acercamos a la naturaleza cuando la realidad es que el noventa por ciento de nuestro tiempo respiramos estrés, artificios y humo y sólo hablamos con el portero de nuestro piso.

    Paseo por las calles de mi antiguo pueblo y ese ambiente artificial sin niños jugando en las calles con piedras y botes vacíos, sin los vecinos al fresco en la puerta y sin animales cuyo aroma inundaría todo el ambiente. De todo ese gentío sólo quedan algunas construcciones fingidas convenientemente tuneadas con estética rural de piedra y madera y con la comodidad que da la calefacción de gasóleo y cristales climalit. La única diferencia entre ellos y nosotros es el poder adquisitivo que por otro lado no es suficiente para un chalet en la Moraleja.

    Sin embargo, todo eso no consigue hacer borrar mis recuerdos cuando llego a la plaza donde estaba la vieja escuela, junto a la farmacia antes botica. Es en este lugar ahora en ruinas donde junto a otros cien niños la vieja maestra nos enseñó a leer y a escribir, y las definiciones de aquel catecismo infernal, todo eso a base de una infinita paciencia y algún palos casi siempre ejecutado.
    Mi cara se ilumina de nostalgia y mi lengua se prepara para contar una vez más mi historia, pero para qué, ellos solo han venido a pasar una mañana de Domingo.

    ResponderEliminar