viernes, 7 de febrero de 2014

07 FEBRERO 2014

Viernes, 7 de febrero de 2014
[San Angulo, San Crisol, San Gil María de San José, San Juan de Triora, Santa Juliana de Florencia, San Lorenzo de Siponte, San Lucas el Joven o San Lucas Taumaturgo, San Máximo de Nola, San Moisés, San Partenio, San Ricardo Rey, San Teodoro de Heraclea]



2003Belice, Guatemala y Honduras firman un acuerdo en el seno de la OEA para proporcionar a Guatemala un acceso al Mar Caribe.
1999Fallece el rey Hussein de Jordania en Ammán y es sucedido por Abdalá II.
1986Levantamiento popular en Haití hace salir fuera del país a Baby Doc
1983Primer trasplante de páncreas en España.
1947Se establece la base chilena Arturo Prat en la Antártida.
1922Se establece la Unión Europea en Maastricht, Países Bajos.
1897Benito Pérez Galdós ingresa en la Real Academia Española.
1834Se crea la real Academia de las Ciencias Naturales de España.
1792Austria y Prusia se alían contra Francia.
1646Cromwell abole la monarquía británica.
1602El pirata británico William Parker toma al asalto la ciudad de San Felipe de Portobelo (Panamá).
1569Se establece la Inquisición en América.

Vaya semanita de frío, nieve, lluvia y viento...

Esto siempre había sido una temporada de frío invernal del carajo, pero como ahora nos hemos vuelto finolis, pues resulta que lo que nos ha pasado por encima es una ciclogénesis explosiva, también llamada "bomba meteorológica"... TOMA YA!!!

A mí casi me gusta más el concepto de la bomba porque en definitiva, el nombre rimbombante no deja de ser la manera de explicar que se ha creado una borrasca (ciclogénesis) pero que sucede muy rápidamente y muy intensamente (explosiva). Es decir, la depresión o ciclón en superficie puede formarse y profundizarse en un periodo muy corto de tiempo, convirtiéndose en una borrasca muy violenta y adversa en cuestión de pocas horas.

Así que para que no digáis que este blog no sirve para obtener un poquito más de cultura, ya os he dejado algunos conceptos que podréis utilizar en el café con los compañeros de trabajo:

- ¡Qué frío que hace hoy Manolo!
- No es frío, es un tema de la ciclogénesis explosiva.
- Oh, sí, es cierto, creo que la presión atmosférica ha bajado más de 20mb en apenas 24 horas.
- Claro. Este viento huracanado se produce por el gran contraste térmico entre aire frío y seco respecto a otros cálido y húmedo.
- Por supuesto... pues nada tendremos que abrigarnos. Bueno, y ¿qué me cuentas del Madrí?

20 segundos de auténtica cultura. Y para seguir culturizándonos, otras cinco nuevas palabras:

HOMBROS
OÍR
SINGULAR
GRÚA
TOMO

Aprovechad que el frío os tiene atados al sillón de casa y dadle a las teclas. Suerte.

4 comentarios:

  1. ¿ARRIMAS EL HOMBRO ?

    Siempre he pensado que, cuando ya tienes una cierta edad, cuesta más entablar relaciones. Y no hablo ya de hacer amigos, sino simplemente, de relacionarte con cierta periodicidad con otras personas.

    Tienes tu vida más que planificada. Tus tiempos más que medidos, encajados los horarios, hasta los de cagar… en fin, que “incluir” nuevas amistades, cuesta.

    Pero a veces, por no se sabe bien qué motivo, te cruzas con personas con las que sientes que merece la pena estar. “Perder” parte de ese tiempo que tienes tan planificado para quedar con ellas, oir y participar en sus conversaciones y darte cuenta de que sus problemas, no son, por lo general, tan distintos a los tuyos. Te congratula contigo mismo el saber que las dificultades en la educación de los hijos que te surgen a ti, son parecidas si no las mismas, con las que se enfrentan ellos.

    Y cuando eso pasa sientes que ya no pierdes ese tiempo, sino que te enriquece estar con esas personas. De repente integras su presencia en el ritmo semanal de tu tiempo. Y te apetece quedar más con ellas. Puede que surjan obstáculos para hacerlo, pero aunque fueran tan altos como grúas, haces lo posible y lo imposible para saltártelos. Además sientes que el resto de personas también están a gusto contigo y te hace sentirte una persona singular, ya que de entre todas las opciones disponibles, han elegido estar contigo.

    Pero, como en todas las relaciones, las cosas se enfrían. Quizás no por parte de ti, pero no importa. Las quedadas no se prodigan como al principio, y las que surgen no encuentran el respaldo del resto. Esta parte de la relación también la conoces, como el viejo tomo de un libro que has leído varias veces. Sabes que al principio todos arriman el hombro para quedar pero después surgen grietas en ese muro y, aunque el origen de algunas de esas grietas las identificas, el resto no sabes muy bien como han aparecido. Igual hasta intentas tirar del carro en ocasiones, proponiendo cosas, pero al final entras en la desgana.

    Y esas amistades “pasajeras” entrarán a formar parte del selecto grupo de gente con la que te encuentras de vez en cuando y, después de cruzar un par de frases educadas y finalizar con un “a ver si nos vemos”, dejarán de nuevo de ser amigos tuyos. Habrán salido de tu vida, como tantos. Y te darás cuenta de que tus amigos se cuentan más por el número de los que han dejado de serlo, que por los que son.

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  2. PENSAMIENTO SINGULAR

    Siempre había sido una pregunta que martilleaba mi mente. Desde que de pequeño, en el colegio y con la inocencia que dan los pocos años, surgió con mis amigos como un juego de patio:

    ¿Cuál es la parte más importante del cuerpo?

    A mi corta edad, donde la vida entera se basa en sensaciones, me había parecido obvia la respuesta: los oídos, claro.
    No poder oír lo consideraba como la peor de las pesadillas, por ese motivo consideraba que los oídos eran la parte más importante del cuerpo. Pero, había gente sorda que vivía con aparente normalidad, felices, con sus familias y amigos. Por tanto, los oídos no podían ser la parte más importante del cuerpo.
    Pues sin duda tenían que ser los ojos. Este sentido tan singular era sin vacilación el más importante. Pero enseguida caí en la cuenta de que hay gente ciega que son perfectamente capaces y aptos. Entonces esta parte del cuerpo tampoco se podría considerar la más importante.

    La edad empezó a darme perspectiva y conocimientos, y en mi juventud llegó el momento en que me obsesioné en buscar cual podría ser el órgano más importante. El corazón y el cerebro se encontraban entre los primeros de la lista. ¿Quién podría vivir sin ellos? Pero la ciencia que me había dado la lista de posibles respuestas, me la quitaba tan rápido como se inventaban corazones artificiales o se mantenían con vida cuerpos inertes con el cerebro apagado.

    En mi madurez creo haber encontrado respuesta a la pregunta que en algún momento que me llegó a atormentar. Sentado en mi sillón, con la mirada perdida en el infinito, tomo un largo trago de mi gintonic y gravemente afirmo: los hombros.
    Sí. Creo que los hombros son la parte más importante de nuestro cuerpo. Sin duda porque son capaces de sostener nuestra cabeza y nuestro cerebro como una grúa. Porque son el comienzo de la caja torácica que protege nuestro corazón. Pero lo que les hace ser una pieza clave es porque pueden sostener la cabeza de mi amada cuando busca protección y cariño. Porque son capaces de sustentar la cabeza un familiar o un amigo cuando llora y necesita consuelo. Porque son capaces de aguantar a mis hijos cuando suben a caballito para jugar a correr o para que vean la cabalgata de los Reyes Magos.

    Todos necesitamos un hombro para llorar, para apoyarnos o para consolarnos sobre él en momentos difíciles de la vida

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  3. MEJOR QUE UNA GRUA

    Suena el despertador. Creo que ya es la tercera vez, pero hoy no me levanto ni con grúa. Me duele todo. Esta mudanza me va a matar, me duelen hasta las pestañas. Si intento girarme en la cama un dolor agudo me recorre la espalda, creo que me he lesionado el hombro cargando con las cajas de los 32 tomos de la Enciclopedia Británica de mi madre. A pesar de que ya he conseguido que use Google (de una forma singular, todo hay que decirlo), no ha querido deshacerse de ese legado familiar que a lo largo de generaciones ha sido parte de la decoración del salón de la antigua casona.

    Me ha parecido oír que me llama y que ha dicho algo de café con bizcocho casero. Eso es que ya ha colocado todo en la cocina y que sabe perfectamente cuál es la única forma de sobornarme para seguir deshaciendo cajas. Venga, arriba. Un poco de Voltarén y como nuevo.

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  4. UNA RELACIÓN SINGULAR

    Eran una pareja singular. Ella no le llegaba físicamente ni a los hombros. Era, por decirlo en términos coloquiales, una mujer bajita, pero de gran corazón. Él, por el contrario, era alto como una grúa, pero no le llegaba a ella ni a la suela de los zapatos en sentimientos. Era frío como un témpano. Ella leía todo lo que caía en sus manos. Él no era capaz de leer ni el título que figuraba en los tomos de los innumerables volúmenes que se apilaban en la estantería del salón. Ella no paraba de hablar y él no era capaz ni de oír, ni de escuchar cada una de las palabras que le deletreaba. VA-MOS- A DI.-VOR-CIAR-NOS. Tanta lectura iba a acabar con su relación.

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