viernes, 21 de febrero de 2014

21 FEBRERO 2014

Viernes, 21 de febrero de 2014
[San Eustacio de Antioquía, San Germán, abad, Santa Leonor de Inglaterra, San Pedro Damián, San Roberto Southwell]




1995Un motín en la prisión de Serkadji en Algeria se salda con 96 presos y 4 vigilantes muertos.
1974Abandonan el canal de Suez los últimos soldados israelíes.
1965El activista afroamericano estadounidense Malcolm X es asesinado en Nueva York.
1960Fidel Castro nacionaliza todas las empresas en Cuba.
1953Francis Crick y James Watson descubren la estructura helicoidal de la molécula de ADN.
1952Churchill decreta la desaparición del documento de identidad en el Reino Unido.
1948Se crea la NASCAR, competición automovilística.
1947Edwin Land muestra por primera vez una cámara instantánea, la Polaroid Land Camera.
1848Se publica el Manifiesto comunista de Karl Marx y Friedrich Engels.
1804Hace su aparición la primera locomotora en Gales.
1431Los ingleses inician el juicio de Juana de Arco.

¡Atención!¡Atención! Abróchense los cinturones que estamos cogiendo VELOCIDAD DE CRUCERO.

Se me saltan las lágrimas y me llena de orgullo y satisfacción ver, como en lo que llevamos de año 2014 no hay ni una sola entrada que tenga menos de cuatro cuentos. Incluso llegamos a tener siete (7) el pasado 10 de enero. Fantástico. ¡Enhorabuena a todos los participantes!

Para los que os interese saber como vamos, pues:

  • 57 entradas con esta.
  • 320 comentarios publicados.
  • Casi 9.900 visitas.
  • La entrada más vista (con 105 visitas) la del 1 de noviembre de 2013. Como curiosidad es la que tiene el cuento que se habla de LIS&COM.
  • El navegador más utilizado es Chrome (39%) y el sistema operativo más usado es Windows (64%)
  • 8.396 visitas son desde España, pero tenemos visitantes desde los USA (851), Alemania (156), Rusia, Francia, México, Ucrania... incluso desde Holanda (19) y Colombia (15).

Y ahora atención..... Google ha dirigido las búsquedas a este blog cuando ha recibido las siguientes entradas:


¡AL LORO CON LA ÚLTIMA ENTRADA! Aún estoy "flipando" y me hago cruces que relación puede tener esa entrada con nuestro blog...

Nosotros a lo nuestro, a seguir aumentando las estadísticas y para ello, otras cinco nuevas palabras:

MOLDE
MOZO
VOLAR
GERMEN
CASPA

Ahora, adelante, tenéis que escribir una historia fantástica. Para que podáis fascinar a las personas que la lean debes PENSARLA ANTES DE ESCRIBIRLA: dónde va a ocurrir, quien o quienes son los protagonistas, qué va a pasar en ella (procurad que ocurran muy pocas cosas, pero originales), y cómo acabará. Luego utilizáis las cinco palabrillas y "le voila" cuento al canto.






3 comentarios:

  1. EL BUEN MOZO

    Su madre no se cansaba de repetir que cuando él nació “rompieron el molde”. De pequeño era la admiración de todos, con aquellos bucles rubios que le hacían parecer un ángel. Sin apenas rozarle, la adolescencia le convirtió en un guapo mozo que no tuvo que pagar el peaje de ser un larguirucho siempre malhumorado por su pelo graso y sus granos como el resto de sus amigos. Aquel flequillo le daba un aire de rebelde sin causa que le erigía en el ídolo de la pandilla, capaz de hacer volar la imaginación de sus amigas, las hermanas de sus amigas y hasta de las mamás de alguna de sus amigas. Pero al llegar los cuarenta ¡Ay los cuarenta! Todo empezó por algo sin importancia. Un polvillo recurrente sobre los hombros cuando se ponía chaquetas oscuras. Eso no podía estar pasándole a él. Pero si usaba el mejor champú del mercado. Alterna Ten con ingredientes exóticos como el cacao africano, extracto de caviar, un complejo vitamínico para mantener el color, aceite de trufa blanca, aceite de semilla de uva de Champagne e incienso de Arabia. Más de 50€ por frasco de 8,5 oz. Había que poner remedio de inmediato. Uno tras otro fue desechando por ineficaces cada propuesta de la farmacéutica de su barrio, de la farmacia del centro, de su médico de cabecera y de un dermatólogo de prestigio que le cobró 120€ por otro sonoro fracaso. Que si el estrés, que si cambiara la almohada que estaría llena de gérmenes y ácaros… las recomendaciones de sus amigos tampoco consiguieron revertir el problema. Pasó a vestirse sólo con colores claros. Cada invierno sacaba del cajón su querido jersey negro de cuello alto que tanto le favorecía, lo acariciaba como se acaricia a un bebé dormido y con cuidado lo devolvía a su encierro, suspirando.
    En un último intento, con el pelo cada vez más débil y la caspa cada vez más fuerte, acudió a una curandera que le recomendó una de sus primas. “Es infalible, si no te lo cura ella, es que no tiene cura”. Y se lo curó. Vaya si se lo curó. Fue aplicarse el ungüento que le costó 300€ y la caspa desapareció por completo. Ahora luce con orgullo su Armani gris marengo, su Emidio Tucci azul marino y su fabuloso jersey. Ya no se tiene que preocupar por la caspa y vuelve a ser el ídolo de las nenas. Es el calvo más sexy que han visto nunca.

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  2. GERMEN DE UNA AMISTAD

    ¡Hombre! ¡Qué alegría volver a verte! ¿Te acuerdas de mí? Claro que te acuerdas. No es fácil olvidarse de un amigo del instituto por mucho tiempo que haya pasado ¿verdad? Son esos años los que generan el germen de la verdadera amistad, los que sirven para unir a los verdaderos amigos.
    Cada día, desde la última vez que nos vimos, he estado pensando mucho en ti, no he podido dejar de hacerlo. Y eso que hace ya quince años, el tiempo pasa volando ¿a qué sí?
    ¿Te acuerdas de nuestro último año de bachillerato? Fue el mejor año de nuestra vida. Recuerdo que juntos nos metimos en varios problemas y siempre nos protegíamos, como hermanos, nunca nos echábamos la culpa.
    ¿Te acuerdas de Adela?... ¡Eh! Que te estoy hablando... estás pálido, ¿creías que ibas a olvidarla? Pues claro que la recuerdas, era tan hermosa, tan inocente. Esos grandes ojos de color caramelo que te volvían loco. Además, tú eras tan buen mozo que seguro que te la hubieses llevado al huerto sin mi ayuda. Al fin y al cabo, mi físico se adaptaba a todos los moldes y estereotipo de la adolescencia más cruel. Gordito, desgarbado, torpón y con mis problemas de caspa y acné siempre me hicieron ser repudiado por chicas como Adela.
    ¿Te acuerdas de lo que pasó "ese" viernes? ¿No lo recuerdas?, ¿en serio?... ¿Por qué me mientes, amigo? Si lo llevábamos planeando desde hace mucho, además de que esa fue la última vez que nos vimos, ¿te acuerdas? Recuerdo claramente que la seguimos después de clase con mucho sigilo, ella no se dio cuenta de que la seguíamos, incluso discutimos sobre qué callejón utilizar. Hasta que llegamos al lugar que a ambos nos pareció el más adecuado.
    ¿Te acuerdas de lo que pasó después? Al parecer, sus gritos llegaron a los oídos de alguien que llamó a la policía. ¿Te acuerdas como tratamos de huir por el pequeño hueco que dejaba la valla de un jardín? ¿Recuerdas que tú pasaste primero y a mí me costaba un poco? Te pedí que me ayudaras. Te pedí que tiraras de mí con fuerza, pero me soltaste, me dejaste ahí tirado, ¿te acuerdas?, y me dijiste "lo siento". La policía me detuvo. Quince años sin verte. Quince años en la cárcel, en una asquerosa cárcel donde a mí también me violaron. Siempre estuve pensando en ti, amigo mío. ¿Te acuerdas de lo que te dije después de que me soltaras la mano? ¿Te acuerdas de lo que juré que te haría si te volvía a ver? ¿Ahora te acuerdas?... Qué alegría volver a verte...

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  3. HACER VOLAR LA IMAGINACIÓN

    Entré en la habitación y pensé que en realidad era el motel más descuidado que jamás había visto. Pero estaba agotado por el largo viaje, y aquella sucia cama al menos me pareció un mejor plan que pasar la noche hecho un cuatro en el asiento del coche. Después de acomodar la chaqueta alrededor de la sucia almohada llena de gérmenes, donde aún se distinguían restos de caspa del anterior visitante, cerré los ojos y me dormí. El cansancio extremo, el bramar del aire del exterior y el sordo estruendo de la tormenta que se acercaba propició que mi pesado sueño volase hasta el oscuro mundo de las pesadillas. Durante toda la noche soñé con muertos. Los veía en sus ataúdes, hombres, mujeres, niños, de rostros descoloridos, casi siempre bien vestidos, otros con harapos y algunos con auténticos girones de ropa. Parecían dormidos, algunos hinchados, otros consumidos y casi esqueléticos, todos con el rostro sereno como si de un molde de cera se tratasen.
    En el sueño estaba en una habitación sin ventanas ni puertas, sólo iluminada por la tenue luz de una vela. A mi alrededor, los muertos en sus ataúdes. De repente comenzaron a abrir los ojos. Ojos consumidos, inexpresivos, sin alma, para luego incorporarse con un lento movimiento. Mientras salían de sus ataúdes, la llama de la vela empezaba a consumirse. Estaba paralizado, no podía correr, no podía gritar, no podía moverme. Los muertos cada vez más cerca, el círculo cada vez más cerrado. La luz de la vela se extinguió y entonces noté multitud de manos que tocaban y arañaban mi cuerpo. Me desperté jadeante y sudoroso. El sol empezaba ya a filtrarse por la sucia cortina de la ventana.
    La ducha con agua fría sirvió para volver a la realidad del presente, aún asustado por la horrible pesadilla.
    En la recepción, cuando pasé a entregar la llave, me llamó la atención una foto que colgaba en la pared. Una foto en la que no había reparado en mi llegada la noche anterior. La foto era en blanco y negro y parecía tener muchos años; en ella estaba un buen mozo de rostro muy serio, detrás de él estaba la fachada de un edificio. El edificio era reconocible, era el motel, pero sobre su puerta había un cartel muy diferente, el cartel decía: “FUNERARIA”.

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