viernes, 3 de enero de 2014

03 ENERO 2014

Viernes, 3 de enero de 2014
[San Antero, San Daniel de Padua, San Florencio obispo, Santa Genoveva, San Gordio, San Luciano, San Sinesio, San Teógeno mártir, San Teonas, San Teopompo]




1993George H. W. Bush y Borís Yeltsin firman el acuerdo de desarme nuclear Start II, para reducir los arsenales nucleares.
1962El Papa Juan XXIII excomulga a Fidel Castro.
1961Estados Unidos rompe relaciones diplomáticas con Cuba.
1959Alaska se conviertre en el 49 estado de Estados Unidos
1953Estreno en París de "Esperando a Godot", del dramaturgo irlandés Samuel Beckett.
1945La ofensiva alemana de las Ardenas fracasa en la ciudad belga de Bastogne.
1878Las tropas rusas ocupan Sofía y los turcos se ven obligados a solicitar negociaciones de paz.
1874Golpe de estado del general Pavía, que entra en las Cortes y pone fin a la Primera República Española.
1857El arzobispo de París, monseñor Sibour, es asesinado de una puñalada en el corazón, mientras oficiaba en una iglesia.
1521El Papa León X excomulga a Martin Lutero.
1992Estados Unidos establece oficialmente relaciones diplomáticas con Rusia.

Pues aquí estamos de nuevo. Ya tenemos un nuevo año y lo que realmente ha pasado es que somos siete días más viejos que hace una semana, o un mes más que en diciembre del 2013 e incluso trescientos sesenta y cinco días más que el año pasado por estas fechas.

Novedades: además de la efemérides del día, pondré el santoral católico, porque siempre es bueno saber si hay algún santo que vele por nuestra inspiración.

Y cosas que no cambian... nuestras nuevas cinco palabras de la semana:

PAZ
SEPARADO
PERLA
ORIENTARSE
DEMOCRACIA

Lo dicho... a no perder las buenas costumbres y a continuar incrementando en este nuevo año el contenido y la calidad de este blog.

5 comentarios:

  1. ASÍ ES NUESTRA DEMOCRACIA

    Estoy convencido que la historia de mi vida no tiene porque ser interesante. Soy una lata de atún, no de un atún cualquiera, de atún en aceite de oliva "La Perla" y a priori no tendría porque tener un pasado digno de mención, pero os puedo asegurar que no es así.

    Desde mi fabricación, mi distribución y mi traslado a un gran hipermercado siempre había vivido en paz. No me metía en líos y me dejaba llevar por las masas.

    Mi monótona vida transcurría viendo como había gente que se llevaba a otros compañeros y mi cruel destino era estar siempre en la parte de atrás de la estantería. Mis únicos movimientos eran los de los traslados dentro del mismo hipermercado, y resignado me movía ¿a dónde va Vicente? donde va la gente. Los reponedores ponían las latas en un pasillo, y ahí estaba yo. Cambiaban la colocación y allí se desplazaba mi cilíndrico cuerpo.

    Un día, la dirección del centro comercial, para dar salida al stock, decidió que el atún en aceite de oliva debería ser parte de una oferta especial. En ese momento nos colocaron a todas las latas en medio de un pasillo, formando una enorme pirámide, con una gran cantidad de latas en la base separados entre nosotros apenas unos milímetros. Como en toda forma piramidal las latas de abajo aguantaban todo el peso de las latas que formaban las capas de más arriba.

    Día tras día, semana tras semana y mes tras mes los reponedores sólo cubrían los huecos que dejaban las latas superiores que se iban vendiendo, pero nadie pensaba en las que estábamos abajo. Las de abajo solo veíamos como las otras se marchaban orgullosas a descubrir nuevos mundos y encima soportábamos las mofas de estas cuando pasaban a nuestro lado subidas en unos carros repletos de infinidad de cosas.

    Un día, una de las compañeras de la última fila, harta de aguantar la humedad del agua de fregar, el frío del suelo y el maltrato de los carros de la compra, comenzó a hincharse y a deformarse. Lo que al principio sólo pasó con una lata se fue propagando al resto. Luego fueron unas pocas más y no sucedió nada. Pero a medida que pasaba el tiempo la cosa empeoró. Cada vez había más y más que se hinchaban, y no solo eso, al hacerlo desplazaban a las que tenían al lado generando más y más desorden y creando un gran desequilibrio entre las de las filas superiores.

    Los empleados llegaban por las mañanas, pero en lugar de desmontar toda la pirámide, renegaban y daban unas cuantas patadas a las de la fila de abajo para que todo se mantuviera en ese orden geométrico, en definitiva, esa pirámide había estado funcionando bien durante mucho tiempo, porque cambiar ahora.

    A pesar de las patadas para que todas las latas de la fila de abajo nos orientásemos correctamente, una noche yo también me hinché. Desplacé un poco a mis compañeras e hice tambalear a las dos latas que yo soportaba y que estaban encima de mi. Toda la fila de arriba se desparramó, y la de arriba también, y la siguiente, y la siguiente.

    Fue terrible. Cuanto más arriba estaban las latas, más fuerte se golpeaban contra el suelo.

    Solo la fila de abajo, en la que me encontraba observando el dantesco espectáculo de latas esparcidas por todo el suelo, permanecíamos casi sin desperfectos, salvo los producidos por todo el tiempo que tuvimos que aguantar a las filas de arriba.
    Esto es la visión de la democracia actual en España. Las latas de arriba van cambiando unas por otras, soportadas estoicamente por las de abajo que son maltratadas, zarandeadas y pateadas. Pero poco a poco se les irán hinchando las ... y llegará un día en que la gota colme el vaso y la pirámide caerá. ¿Serás tú la lata que haga tambalear el sistema? .... PORQUE NO.

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  2. ¡Plas plas plas plas!

    Fantástico simil.

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  3. Veranos de paz
    La casa de mi amona siempre ha sido muy divertida. Todos los veranos por lo menos durante quince días nos juntábamos todos los primos en el caserío de Orio.
    En mi caso, tengo unos recuerdos tan especiales. Mi hermana y yo estábamos como locas por que terminara el curso todos los años. No queríamos ni campamentos, ni viajes ni nada similar. No había mejor aventura que ir al caserío.
    Amona poniendo paz, desde el minuto uno, aunque ella era la primera en desear que llegaran los días de Julio para que todos empezáramos a llegar.
    El caserío se distribuía en 2 alas, la de los mayores y la de los pequeños. La parte central la formaban las zonas comunes, cocinas, salones y algunos dormitorios donde dormían los mayores y nuestro capitán general, mi amona. Todo tenía un sentido, pasabas de discutir por tener que compartir con tu hermana, a disfrutar dándoselo todo a los primos.
    En la habitación donde yo dormía estábamos 4. Dos literas, yo siempre arriba, las alturas le daban miedo a mi prima Carlota. Mi gran amiguísima, inseparables todo el verano junto con Mikel.
    Mikel es el mayor de los pequeños, siempre se notaba cuando él llegaba. Una vez que entraba por la puerta se terminaba la democracia en la zona de menores. Imponía sus ideas, sus leyes que nadie podía dejar de ejecutar. Es un líder nato desde que era un crio. Siempre soltaba alguna perla que te hacía reír y terminabas haciendo exactamente lo que él quería y sin saberlo estabas jugando a su juego.
    Por la noche, llegaban las historias de miedo. El bosque que había al norte nos proporcionaba historias, leyendas, escondites suficientes para que entre la realidad y la imaginación no seamos capaces ni hoy en día de orientarnos en los recuerdos y juegos.
    Así eran mis veranos, así siguen siendo, ahora con otra generación de niños… Se han cambiado los tornos hay más mayores que pequeños pero aun así todavía veo en mis dos niños la alegría en sus ojos por ir al caserío de la amona.

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  4. DEFENSOR DE LA DEMOCRACIA

    Incapaz de orientarse entre la niebla, se maldecía por haberse separado del equipo con afán de tranquilizarse, después de que el imbécil de Andrés hubiera soliviantado la paz del grupo con perlas como aquellos furibundos ataques a la democracia, propios de otras épocas, que no venían a cuento en un simple paseo para hacer senderismo.

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