viernes, 12 de junio de 2015

12 JUNIO 2015

Viernes, 12 de junio de 2.015
[Santa Aleyois, San Anfión de Nicomedia, San Basílides mártir, San Esquilo, San Gaspar Bertoni, San Juan de Sahagún, San León III papa, San Odulfo de Utrecht, San Olimpio de Tracia, San Onofre, San Plácido de Ocra]




1992Se inaugura la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro.
1991Los rusos eligen a Boris Yeltsin como presidente.
1985España firma el tratado de adhesión a la Comunidad Económica Europea (actual Unión Europea).
1954Canonización de Domingo Savio por el papa Pío XII.
1939El Salón de la Fama Nacional de Béisbol se abrió en Cooperstown, Nueva York, Estados Unidos.
1935Fin de la Guerra del Chaco entre Bolivia y Paraguay.
1901Cuba consiente convertirse en un protectorado estadounidense.
1812Las tropas de Napoleón inician la campaña de Rusia.
1790Aviñón se integra en Francia y deja de estar adscrita a la Iglesia.
1295El rey Jaime II de Aragón es nombrado por el papa Bonifacio VIII rey de Cerdeña y Córcega.


Hace una semana parecía que el verano había llegado de repente. Las noches se habían empezado a convertir en un horno y con sólo pensar que nos podían quedar dos meses de sofocante calor, nos hacía sudar más aún.

Pero mira tú por donde, que llegan las tormentas y el ambiente se vuelve más limpio y fresquito, olé y ole... podía estar así todo el veranito, excepto cuando nos vayamos a la playa, que ahí si que apetecer calor a tope.

Así que por ahora, tratad de pasarlo lo mejor posible y aprovechad el buen tiempo para recurrir a las cinco palabras de la semana:

MIEDO
AMIGO
RASCAR
PISCINA
JUNTAR

Ánimo a todo el mundo... a escribir!!!

“La vida es una sucesión de historias… mientras unos las cuentan y otros las escuchan, hay algunos que tienen la asombrosa capacidad de escribirlas”

Quibiro Güey


PD: Demos la bienvenida esta semana a un nuevo participante en el blog. Gracias por participar ElevatorClub.

2 comentarios:

  1. Juntar placer y aventura!!

    Me encanta nadar. Siempre, desde que era pequeña me tranquiliza. Ahora, por no tener ese tiempo o por no tener tanta fuerza de voluntad ya no nado todo lo que quisiera.
    En la ciudad, cuando voy a la piscina es una manera de preparar mente y cuerpo. Arreglo todas esas cosas que tienes que pensar, porque me permite liberar la mente para tomar decisiones y se junta con la sensación estupenda de sentir todo tu cuerpo, el esfuerzo de hacer un largo más.

    En verano, en el mar. Esa sensación de libertad de superar tus miedos, de nadar en un entorno lleno de vida. Tirarte de cabeza en alta mar y no controlar ni la profundidad ni qué hay a tu alrededor. O en la playa, en Colunga jugar a coger olas y reírte y disfrutar de esa fuerza de ese Cantábrico que me apasiona.

    Rascándome el mentón me sorprende mi amigo, mi novio, mi cómplice… estoy buscando lugares espectaculares para sorprenderle estas vacaciones. Este año, me toca a mí preparar este viaje. Bajo la tapa del ordenador, no quiero que me espíe. Todo es una sorpresa.
    Cerdeña, Sicilia… me apetece tanto nadar con él!!

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  2. JUGAR CON FUEGO
    Noelia tiene los ojos del color de las turquesas, redondos, infinitos, y mira a lo lejos, por encima del jardín, de la terraza, de la espléndida vista sobre el acantilado, por encima del horizonte y del sol que lo toca. Por encima de todo y de todos. Fría, elegante, hierática, Noelia interroga a su hermana pequeña que, sentada a su lado, roe nerviosamente chocolate negro, del caro.
    -He visto a Jose Mari con otra mujer. Se besaban. Y no como amigos, ya me entiendes…
    Las palabras caen solas de los labios de Inés, que se regocija e intenta, inútilmente, que no se le note.
    -Fue hace varias semanas. Yo estaba con Alejandro y los de la oficina comiendo en Rosales, en esa mesa grande que hay junto a la ventana, una comida de trabajo, y los vi salir del hotel Allay. Me quedé helada.
    Silencio. La brisa del mar se enreda entre los volantes floridos de su túnica
    - No te lo he contado antes porque tenía miedo, Noe, no sabía cómo… Lo siento tanto...
    “Qué mal mientes, Inés” Piensa Noelia. “No dejas de rascarte el codo. Como cuando le decías a Sor Andresa que no sabías quién se había comido el chocolate, o las magdalenas, y lo hacías con la boca llena de migas. Habías sido tú, siempre eras tú, torpe y ansiosa, y lo negabas, rascándote el codo sin parar” Suspira, ausente “Como en mi boda con Jose Mari. Le perseguías desde niña, le espiabas, le asediabas... Que no le querías, dijiste entonces, y sangrabas rascándote sin parar ese codo chivato” Noelia junta las manos sobre las rodillas y chirria los dientes “Cómo debes estar gozando, hermanita. Pero qué poco va a durarte”
    En la ostentosa piscina juegan dos niños llamativamente pelirrojos, como su padre, bajo la atenta mirada de las niñeras.
    -¿Cómo están Alejandro y los críos?
    Inés lleva semanas ensayando su mezquino discursito y tenía preparadas todas las respuestas menos esa ¿Alejandro y los críos? Por fin un golpe de mala suerte para su hermana, una mancha en el tejido impoluto de su vida, una arruga en su impecablemente planchado destino ¿y ella le pregunta por su marido y sus hijos?
    - ¿Alejandro? Ni se dio cuenta- balbucea Inés.
    “Te equivocas” Noelia se deleita en su interior “Le vio y me lo contó por WhatsApp, con cien mensajes más entre plato y plato, y otros cien durante el día, y otros cien más el día anterior, a cual más caliente y explícito, que llevamos así dos años, desde que te quedaste embarazada de los gemelos y desapareciste de su cama entre vómitos y calambres.”
    -¿Qué vas a hacer ahora, Noe? Puedes venir aquí, si quieres…
    Inés es consciente de lo ridículo de sus palabras solo cuando ya han salpicado los oídos de su hermana. Noelia no contesta. No se digna.
    El sol, moribundo, parece agarrarse a la vida unos instantes más lanzando sobre las aguas sus últimos y desesperados rayos. Inés, que no está disfrutando todo lo esperado, hace una seña al servicio para que le traiga un aperitivo. “Así ceno menos” se excusa. Y se lo cree. La asistenta pregunta si el señor vendrá esta noche.
    “No vendrá” contesta mentalmente Noelia, “porque está en la casa de la ciudad, esperándome desnudo, con una botella helada de Moët&Chandon. Ice Imperial, como siempre” Sin saberlo, Inés le da la razón a su hermana negando con la cabeza:
    -El señor estará fuera varios días. Viaje de negocios-añade con la boca llena.
    Con dos besos ficticios Noelia se despide y deja atrás, devorando chocolate negro antes del aperitivo previo a la cena, una Inés segura de que algo no ha ido como esperaba.
    Noelia arranca el BMW. Ya tiene la maleta hecha para acompañar a Alejandro en su viaje. Allí le dirá que está embarazada, y fingirá que no se ha dado cuenta hasta esa semana, qué desastre, ya no hay vuelta atrás. Hace una mueca a modo de sonrisa, y, mientras se incorpora a la autopista, piensa en la cantidad de chocolate que podría consumir su hermana si ese bebé nace con el pelo rojo, color del fuego, igual que su padre.

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