[San Alejo, San Colmano de Stockerau, Santa Eduviges de Polonia, San Ennodio, San Fredegando, San Jacinto de Amastris, San Kenelmo, San León IV papa, Santa Marcelina de Milán, San Pedro Liu Ziyu, San Teodosio de Auxerre]
| 2005 | Fallecen 11 miembros del retén de Cogolludo (provincia de Guadalajara, España) en el trágico incendio de la Riba de Saelices. |
| 2002 | Soldados españoles retoman la Isla Perejil |
| 1998 | Se firma en Roma, Italia, el Estatuto que establece la Corte Penal Internacional. |
| 1979 | Renuncia el presidente Anastasio Somoza Debayle y huye hacia Miami |
| 1955 | Abre Disneylandia en Anaheim, California. |
| 1936 | Golpe de estado del ejército del norte de Marruecos y diversas guarniciones peninsulares, al fracasar comienza la guerra civil. |
| 1936 | Golpe de estado del ejército del norte de Marruecos y diversas guarniciones peninsulares, al fracasar comienza la Guerra Civil Española. |
| 1918 | Por orden del Partido Bolchevique, el zar Nicolás II y su familia son ejecutados en Ekaterimburgo. |
| 1899 | Llega de Alemania Christofredo Jakob al Laboratorio especialmente construido en Buenos Aires, transformando la tradición neurobiológica del país en la Escuela Neurobiológica Argentino-Germana donde formaría más de cuatro mil investigadores. Desde 1982 se conmemora como Día del Investigador Neurocientífico en ese país (Resol. 7/1982 del Centro de Investigaciones Neurobiológicas, Ministerio de Salud). |
| 1762 | Catalina II se convierte en zarina tras el asesinato de Pedro III de Rusia. |
| 1512 | Las tropas castellanas al mando del Duque de Alba, inician la invasión del Reino de Navarra. |
| 1048 | Dámaso II es nombrado papa. |
"Al alba y con tiempo duro de levante .... con fuerte levante, 35 nudos de viento, salieron cinco helicópteros, tres helicópteros Cougar que transportaban dos equipos de operaciones especiales, con un total de 28 soldados que llegaron a la isla Perejil, y otros dos helicópteros Bolkov que se quedaron sobrevolando la zona en misiones de apoyo".
Con estas palabras, nuestro por entonces ministro de de Defensa don Federico Trillo-Figueroa Martínez-Conde daba por concluida la toma militar de un islote en medio del estrecho y ponían la bandera rojigüalda cual pica en Flandes.
Hace trece años de eta operación, denominada Romeo-Sierra para desalojar a los invasores con el reconocimiento de la zona por la Infantería de Marina española, operación que comenzó a las 6:17 (4:17 de la madrugada en Marruecos), dos horas después de expirar el ultimátum dado por España a Marruecos para que procediera al repliegue militar.
Con este heroico hecho nos encontramos con las nuevas cinco palabras de la semana:
ADORMECIDO
MANCHAR
ORGANIZACIÓN
GOLOSINA
IMPAR
Adelante, mis muchachos!!!
Mis golosinas!!
ResponderEliminarEsperando para pagar en la cola de la caja del supermercado, veo el mostrador de golosinas y no pude evitar hacerme una gran bolsa con regalices, fresones, coca-colas, plátanos todo tipo de gominolas.
A veces, el cuerpo me pide chuches. No puedo resistirme. Mientras sigo esperando para pagar ya empiezo a comer un regaliz rojo.
Así despistada, pero disfrutando tanto de mis chuches estoy esperando mi turno, cuando comienzo a observar al hombre de la caja. Adormecido, como un autómata recoge cada producto lo pasa por el lector del código de barras, mirando al infinito. Creo que no está pensando en nada. Que es capaz de hacer esos movimientos sin pensar en nada en absoluto.
Hay trabajos que pueden ser aburridos, de hecho creo que en un momento dado cualquiera puede parecerlo, incluso el más interesante e incluso le puede pasar a la persona con la mayor vocación del mundo.
Aunque sigo pensando que al final, es cómo haces las cosas. Si eres capaz de estar tan abstraído durante 8 o 9 horas todos los días, cómo es posible que sea una persona feliz? No creo que sea posible.
Por fin, me toca el turno. Comienzo a vaciar mi carro en el mostrador, saludo y no obtengo respuesta. Organizo los productos en función de frescos o no, para poder ser más rápida a la hora de guardarlos en las bolsas.
Le observo, es tan triste. Este supermercado, esta organización todo tan cuadrada, este mundo que nos hace movernos en grandes centros comerciales, consigue que este hombre sea tan uniforme como todo en este lugar.
No hay manchas, nada está sucio, todo es perfecto y todo es tan impersonal.
Me indica la cuantía de mi compra, pago y me despedido, sin obtener respuesta de nuevo.
Con mi carro, mis chuches me dirijo hacia el parking, que ganas de salir de aquí.
Busco mi coche, no recuerdo el número sé que era impar y C o quizá área B.
Parece que es aquel!! Corro y al llegar saco otro regaliz.
IMPAR
ResponderEliminarAdormecido, en la hora perezosa de la siesta, el viejo Impar espera a los pies de su dueña a que pase algo. Observa, no del todo tranquilo, el rostro manchado de pecas del joven, que mira el acantilado como si allí residieran las fuerzas que le faltan para hablarle y decirle que la quiere, como si entre las sombras doradas que recorren las rocas se escondiera un ejercito al que se espera, pero no viene. Parece que ha gastado toda su energía en convencer al amo.
- Quiero quedarme en el pueblo, cortejarla, casarme con ella y convertirla en la mujer más feliz del mundo. Con su permiso, claro – le dijo.
El amo suspiró, estoico “Y con el de ella, hijo, y con el de ella”
Antonia nació con un carácter fuerte, con una voluntad férrea, y con los ojos ciegos. Con organización y quintales de paciencia, le enseñaron a moverse por la vivienda y el huerto, pero los bancales, las higueras, la almazara, el gallinero, la porquera, y, especialmente, la bajada al embarcadero, estaban prohibidos. Estrictamente. Hasta que, en su quinto cumpleaños, llegó Impar.
- Hija, elige uno. Será para ti.
La niña Antonia estiró la manita y, luego de tocar todos los cachorros de la caja, eligió el más feo, el más enclenque y lastimero, el que menos posibilidades tenía de sobrevivir ese invierno. No hubo manera de que cambiara de opinión. Y, para asombro de todos, le bautizó con el absurdo nombre de Impar.
No volvieron a separarse. Jamás. Existía entre ellos un vínculo inexplicable, indestructible, absoluto. Compartían cama, comida, camino. La guiaba por los bancales, entre las higueras y los olivos, por la bajada al embarcadero. Impar, fuerte y sano contra todo pronóstico, se convirtió en los ojos que a Antonia le fallaban. Y la vida dejó de tener lugares prohibidos.
-¿Quieres que bajemos al embarcadero?
Impar levanta las orejas. Antonia se está impacientando. Si el pecoso no inicia su discurso en breve, la niña se va a enfadar. Solo de pensarlo, el perro tiembla.
- Puedes quedarte, Impar, me agarraré bien fuerte al brazo de Joan.
Impar sonríe a su manera, baja la cabeza y entrecierra los ojos. Joan es un buen chico, no hay que preocuparse. Bosteza. Una siestecita tranquila, a su edad, sabe a deliciosa golosina.
Pero el tiempo pasa y no pasa nada. Joan está paralizado, no se decide y Antonia, que lleva esperando ese momento desde hace meses, empieza a pensar que le está tomando el pelo. No para de hablar y bloquea aún mas al pobre muchacho. El desastre se cierne como la tormenta de verano: rápido y feroz.
De repente, Antonia le llama. Le acaba de fastidiar la siesta. Impar se levanta y maldice hacerse viejo. La niña se aparta del muchacho y acelera el paso. Orgullosa, busca demostrar que no le necesita. Llama a gritos desesperados a su perro, que inicia la carrera castigando sus viejos huesos. En el sendero hay un escalón formado por tres piedras irregulares, mal sujetas, que Antonia no debería recorrer sin Impar, pero hoy se acerca sola. Y enfadada. ¿Es que Joan no se da cuenta? La duda relampaguea en la mente del animal ¿Y si…?
Impar aprieta el paso, Antonia sube muy deprisa, Impar baja a la carrera y cuando llega a las piedras sueltas y, por primera vez en su vida, en lugar de servirle de guía la empuja y la obliga a caer hacia atrás.
Como un resorte Joan salta y atrapa en sus brazos una Antonia aterrada, que busca a tientas el mundo desaparecido bajo sus pies. Se abrazan, se estremecen, sus alientos se enredan y ya no hay que esperar mas. El viejo Impar vuelve bajo la amable sombra de la higuera en la que intentaba conciliar el sueño y se ovilla bajo los pies del amo, que le acaricia el lomo con mimo “Muy bien, muchacho, alguien tenía que decidirse”
Los chicos siguen en el camino. Ahora, sí, ahora podrá dormir esa siesta.