martes, 20 de octubre de 2015

20 OCTUBRE 2015

Martes, 20 de octubre de 2.015
[San Bernardo de Claraval, San Burcardo de Worms, San Cristóbal de Córdoba, San Filiberto de Tournus, San Leovigildo de Córdoba, Santa María de Mattias, San Máximo de Chinon, San Samuel]



1998Fidel Castro se entrevista en la Moncloa con el presidente José María Aznar.
1991El Gobierno de Israel decide asistir a la Conferencia de Paz de Madrid.
1988Un ciclón en Bangladesh causa 400 muertos y 20.000 damnificados.
1987Helmut Kohl y Francois Mitterrand firman en Bonn nuevos acuerdos de cooperación.
1981El Estatuto de Autonomía de Andalucía es ratificado en referéndum.
1978Tiene lugar el acto fundacional del partido nacionalista vasco Herri Batasuna (HB).
1975Comienza la "Marcha verde" sobre el Sáhara para forzar el abandono de las posiciones españolas.
1971El canciller alemán Willy Brandt es galardonado con el Premio Nobel de la Paz.
1968Jacqueline Kennedy y Aristóteles Onassis contraen matrimonio.
1950Guerra de Corea. Los comunistas evacuan Pyongyang, capital del Norte.
1944Los EE.UU. conquistan Aquisgrán (Alemania) durante la II Guerra mundial.
1924La Conferencia de Embajadores aprueba un texto de la Sociedad de Naciones que fija las fronteras entre Polonia y Rusia.
1918Fin de la Primera Guerra Mundial. Alemania aceptó las condiciones del presidente de Estados Unidos.
1548El capitán Alonso de Mendoza funda la ciudad de Nuestra Señora de La Paz, actual capital de Bolivia.


Hacía mucho tiempo que no creábamos una entrada extraordinaria en el blog. Pues para no perder las costumbres, aquí está.

¿Por qué una entrada en este martes? Pues resulta que a mis vástagos que están cursando 3º de primaria les han puesto unos deberes para casa que me han llamado especialmente la atención.

En su clase de Biblioteca les han pedido que escriban un cuento o una historia que contenga la frase: 

                           PÉGATE UN BAILE

Y mis esforzados hijos, haciendo un genial alarde de imaginación e inventiva han creado unos cuentos absolutamente dignos de mención. Ya los leeréis.

Mientras tanto, aquí está el reto. ¿Podrán mis escritores alcanzar el mismo nivel de inventiva que mis herederos?

Adelante!!!!


3 comentarios:

  1. JUAN QUIERE HACER AMIGOS


    Había una vez un niño que se llamaba Juan y que no tenía amigos. No tenía amigos ni es su barrio ni en el colegio, así que en el patio no jugaba con nadie, solo se sentaba en el banco y veía a los otros niños como jugaban.

    Un día decidió hacerse un amigo. Se hizo uno pero resultó que no podía hablar porque era mudo. Como Juan no era muy listo no sabía cómo comunicarse con él y decidió probar a buscar otro amigo.

    Encontró a otro que se llamaba Paco y que le gustaba jugar al fútbol como a él pero tenía un problema en las piernas y no podía andar.

    Juan estaba muy triste porque quería encontrar amigos con los que poder jugar. Entonces se encontró con Manolo. A Manolo le encantaba jugar al fútbol y era muy listo porque estudiaba muchísimo. Manolo le enseñó a Juan como estudiar y le ayudó muchos días a estudiarse las lecciones.

    Le enseño además como se podía comunicar con gestos y con las manos con la gente que era sordomuda. Además le enseñó como los niños con problemas en las piernas y en otras partes del cuerpo podían jugar a muchos deportes.

    Los dos fueron a buscar al niño mudo que al final se enteraron que se llamaba Pedro. Con gestos le preguntaron que si quería jugar con ellos. Pedro les dijo que por supuesto, que estaba encantado de jugar al fútbol con ellos.

    Juan fue luego a buscar a Paco y le ayudó a ponerse de portero en su silla de ruedas.

    Jugaron al fútbol durante mucho, mucho rato y se hicieron muy amigos.

    Manolo vivía en una mansión que incluso tenía un campo de fútbol y todo. Invitó a sus amigos a jugar todo el día y a hacer una fiesta.

    Jugaron, comieron y bebieron muchos refrescos y por la tarde pusieron música y empezaron a bailar. Incluso Paco bailaba en su silla de ruedas y le dijo a Juan, que estaba muy contento de tener sus nuevos amigos: “¡pégate un baile!”.

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  3. ¡Pegate un baile, Mauricio!

    A Miguel y a Pablo les gustaba mucho ver las disparatadas conversaciones de Luisma y "El Barajas" en el bar Reynolds de Mauricio Colmenero. Se reían a carcajadas cada vez que en la tele salía la serie "Aida". Mientras comían -o más bien devoraban- los sabrosos bocadillos de nocilla que su madre les preparaba antes de hacer los deberes le pedían -porfavor, porfavor- que les dejara ver un cachito más la tele. Y siempre se las arreglaban para estirar un poco más el tiempo.
    Como era habitual, todos los días tenían deberes. Montañas y montañas de deberes. Y, aunque al final siempre los terminaban a tiempo, era un fastidio. ¡¡¡¡Los niños también tenían que tener tiempo libre para jugar y divertirse con sus amigos!!!!, protestaban.
    El profe de Lengua les mandaba todos los días que hicieran una redacción para la jornada siguiente. Pero la que les había ordenado esta vez era más difícil que de costumbre. Llevaba por título: "Pégate un baile". ¿Y que hacemos ahora?, ¿se te ocurre algo?, se preguntaban uno al otro.
    Macu discutía algo con Chema en la tele, mientras Fidel y Soraya trataban de convencer a Eugenia de que no debía pasarse con la comida. "¡Pégate un baile y adelgaza, que sólo tienes ojos para la comida!", casi le gritaban al unísono Lorena y Jonathan desde la pantalla del televisor. Y la abuela se había puesto a bailar y no podía parar de moverse.
    Entre tanto, en la calle Juan jugaba al balón con sus amigos Paco, Manolo y Lucía, mientras Carlos, otro adolescente del barrio, ensayaba sin desmayo para tratar de ganar el concurso de baile del colegio. Las pastillas de naranja que tanto odiaba al principio le habían convertido en un apuesto joven y todas las chicas querían ir al baile con él y ser escogidas como pareja.
    Miguel y Pablo se miraron. Acababa de terminar la serie y su madre ya les llamaba. Tenían que hacer los deberes. Y ya no se admitían ni protestas, ni demoras. "A escribir!. Ya va siendo hora!. Se acabó la tele".
    Y los dos, en un guiño de complicidad, se pusieron manos a la obra. Ya tenían la idea en la cabeza y ahora sólo faltaba plasmarla por escrito. Pablo contaría la historia de Carlos y Miguel explicaría cómo Juan y sus amigos habían conseguido casi un equipo completo de fútbol.
    Mientras ellos escribían sin descanso, Luisma y "El Barajas" seguían "arreglando" el mundo en una disparatada conversación en el bar de Mauricio, observados de cerca por "Machupichu".

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