jueves, 27 de junio de 2013

27 JUNIO 2013

Jueves, 27 de Junio de 2013




2006Ronaldo se convierte en el mayor goleador de la historia de las Copas Mundiales de Fútbol, en Alemania, ante Ghana, alcanzando los 15 goles.
1986La Corte Internacional de Justicia falló a favor de Nicaragua en el caso que ésta presentó contra los Estados Unidos.
1977Yibuti se independiza de Francia.
1977Josep Tarradellas, el ex presidente de la Generalitat republicana, vuelve a España tras su exilio.
1973Golpe de estado en Uruguay. El presidente de la república, Juan María Bordaberry disuelve el parlamento con el apoyo de las fuerzas armadas.
1969Una redada en un bar gay de Nueva York suscita marchas y enfrentamientos entre la comunidad gay y la policía.
1957A la venta el primer vehículo modelo 600 de la marca SEAT.
1893Crash de la Bolsa de Nueva York.
1870En Venezuela, el presidente Guzmán Blanco, dicta el Decreto de Instrucción Pública, Gratuita y Obligatoria.
1806Primera Invasión inglesa a Buenos Aires.
1759El general James Wolfe inicia el asedio de Quebec.
1709Pedro el Grande derrota a Carlos XII de Suecia en la Batalla de Poltava.
1706La Corte de Madrid se traslada a Burgos, a causa de la guerra de sucesión en España.
1542Juan Rodríguez Cabrillo reclama la soberanía española de California.




“Había una vez tres muchachitas que fueron a la academia de policía. Les asignaron misiones muy peligrosas. Pero yo las aparté de todo eso y ahora trabajan para mí. Yo me llamo Charlie…”

Pues de nuestras maravillosas ángeles surgen cinco nuevas palabras:

SANDÍA
FARINATO
KIWI
SALVAJE
NIÑA

Solo ellas serán capaces de combinar adecuadamente tan extraños ingredientes.

3 comentarios:

  1. Quedada de niñas!!

    Fui la última en llegar a la cita, me tocaba hacer la compra, básicamente fruta, sandia, kiwis, naranjas de zumo…
    Llevé todo a casa, coloque el frigorífico lo miré un instante pensando que guapo está, así de lleno y me dirigí a pintarme el ojo un poco para ir corriendo a la plaza.
    Como siempre que voy de cañas, la primera tapa farinato. Por Dios que rico está.
    Así comenzamos aquella tarde, de cañas. Paseando por Salamanca de bar en bar tomando su caña con su tapa rica.
    Después de tres rondas ya estas animada y el hecho de juntarnos todas las niñas después de tanto tiempo parecía que iba a ser una quedada que podía ser salvaje!! Día de chicas, ni novios, ni maridos, ni amantes …

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  2. CUANDO YO ERA NIÑA

    Aquellos veranos interminables estaban llenos de color: el rojo de las sandías, el verde de los kiwis, el azul del mar, el rosa de las adelfas, el blanco de los jazmines, el amarillo de los limones del jardín de casa de la abuela, donde nos reuníamos todos los primos, los dieciocho. Nos pasábamos el día jugando a piratas, a la India misteriosa, al libro de la selva, al salvaje oeste, a los médicos…

    Esto último no solía acabar bien, y las niñas, muy dignas, nos íbamos al cenador, donde replicando viejos roles jugábamos a las mamás, con las muñecas y los cacharritos. Las cambiábamos de vestido, las peinábamos y preparábamos comiditas donde se veía claramente que la familia estaba repartida por todo el país: una preparaba fabada, otra farinato, aquella cochinillo, todas paella… hasta unas papas arrugás veíamos con la imaginación.

    No necesitábamos a los chicos. Mientras tanto, ellos se dedicaban al futbol, hasta que en el ardor de la competición discutían, o colaban el balón en el patio del vecino, y volvían a buscarnos para que les ayudásemos a convencer a la abuela de que nos dejara ir a la playa.

    Han pasado muchos años y nos hemos dispersado más aún, pero todos los años, en verano, en la fecha del cumpleaños de la abuela, seguimos intentando volver a aquel pequeño pueblo, ya irreconocible, donde aprendimos a ser lo que somos: una familia.

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  3. FARINATO BROSCHI

    Era verano de 1736, el calor en los áridos campos de Nápoles era húmedo y pegajoso. En este difícil siglo XVIII la esperanza de vida para un niño de campo no llegaba más allá de los 30 años.

    Pero él había tenido una suerte relativa, Farinato Broschi pertenecía a una familia de la baja nobleza y sucesor de una larga estirpe de "castrati". Sus padres, grandes amantes de la música, trataban de preservar su voz de soprano en la edad adulta mientras tuviese aún esa dulce voz de niña. Se decía que su padre conseguía alcanzar tres octavas y era famoso en toda la corte.

    Allí estaba él, indefenso, recostado sobre un sillón, mientras un galeno sudoroso hurgaba entre sus piernas. Su madre, a su lado le cogía una mano, mientras le susurraba al oído palabras de aliento: "aguanta cariño, apenas te va a doler". Pero él sabía tanto como ella que no era cierto y que en el momento en que ese hombre le abriese el escroto el dolor iba a ser realmente salvaje.

    Su padre, al otro lado del diván y con la intención de que Farinato pudiese pensar en otra cosa y evadir la mente en este difícil momento, empezó a contar una historia con su voz atiplada.

    - Hijo. Yo también he pasado por este trance. Es un instante de dolor y una vida entera de éxito y felicidad. Ahora, como podrás suponer a partir de hoy, yo no soy tu verdadero padre. Realmente eres adoptado. Tus padres verdaderos eran unos labriegos, buena gente, temerosa de Dios, que trataron de darte una vida mejor a la que te esperaba labrando la tierra.

    Farinato apenas llegaba a asimilar lo que escuchaba.

    - Tu madre simuló tu embarazo ante todo el mundo para que no fueses rechazado. Los primeros meses atándose almohadas a su vientre, luego melones y al final sandías que la hacían andar encorbada y con una tripa realmente pronunciada. Nadie sospechó del ardid y cuando apareciste tú, todo el mundo te reconoció como nuestro hijo natural. Y así te hemos tratado nosotros también. Farinato, sigues siendo nuestro hijo, y siempre lo serás.

    Estaba en estado sock y apenas sintió cuando el médico le extirpó los testículos. El impacto de la noticia de su padre fue casi tan doloroso como ver las dos pequeñas bolitas, como kiwis enanos, encima de la mesa.

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